LOS DOCENTES NO ESTAMOS PREPARADOS PARA DECIR ADIÓS

Por Ana Victoria Zamora Rodríguez

Hoy fue un día lleno de sentimientos y mil emociones a flor de piel, de recuerdos y pensamientos que te pueden sacar una sonrisa o una lágrima de felicidad y nostalgia.

Un agosto, un día normal de vuelta a iniciar el nuevo ciclo escolar, nos llegó una lista de nombres de diferentes niños. Algunos nombres ya conocidos y uno que otro nuevo. Hoy en día esas listas de solo nombres cambiaron a ser “nuestros niños, nuestros chiquitos” y cada uno de esos nombres, -que debo confesar que jamás pensé recordar tantos nombres en mi vida-; esos nombres forman parte de mi vida de mi corazón. Esos nombres tienen una carita con unos ojos de ternura que jamás olvidaré de cada uno.

Hoy terminamos un ciclo escolar más, como docente me quedo con el recuerdo de ver caritas pequeñas en un salón, su salón de clases que con tanto amor cada maestra decora y adorna. Unas caritas que te observan con incertidumbre, inseguridad o con una enorme sonrisa, que hoy en día la mayoría corre y te abraza al entrar a ese espacio al cual llamamos “NUESTRO LUGAR FELÍZ”.

Te dedico estas palabras que salen de mi corazón:

Querido… alumno (Porque siempre serás mi niño o mi niña, aunque estés estudiando tu carrera). Hoy fue el último día de clases, ¡qué gusto tan enorme el haber coincidido en esta vida contigo! Quiero decirte que siempre recordaremos tu sonrisa, tu risa, tus ojos de asombro cada vez que descubrías algo nuevo y mágico. Eres grande y todos tus sueños y logros me hacen sentir orgullosa sin importar el lugar donde te encuentres. A ti mamá y papá de esos niños, siéntete orgulloso de tu hijo o hija no importa el grado escolar al que vaya, quiero contarte que tienes por hijo a una persona increíble con una gran imaginación. Esos brazos que te rodean de amor, esos besos y esas historias llenas de imaginación fueron parte de mis días durante todo un año y siempre tendrán en mi a una persona en quien confiar. Mamá y papá gracias por confiarme a tu gran tesoro.  A ti mi alumnito, mi hijo e hija adoptiva, a ustedes mis niños, recuerden volar alto a donde sea que vayan, no olviden que lo importante es lo que se tiene en el corazón y que todo lo que ustedes se propongan lo van a lograr. Por siempre estarán en mi corazón. Dedicatoria para todas esas maestras que se despiden de sus niños, para cada alumno que ha estado en mi salón y en mi vida. N5,T1,T/N1, K1A,K1C, K2A…

ana victoria zamora

Soy Any Zamora, licenciada en idiomas y relaciones públicas. Soy mexicana y tengo un hermoso hijo, Samuel. La educación y la vocación son mi motor, creo que todas las mamás podemos aportar un granito de arroz en los nuevos métodos de enseñanza de cada unos de sus hijos. Amo leer, investigar y aprender nuevos idiomas.

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