El enojo y la ira producen una infinidad de efectos negativos en nuestra mente y cuerpo. Nuestras ideas se disipan y nos es casi imposible recuperar el control una vez que lo perdemos. Julie Bayer Salzman y Josh Salzman les preguntan a varios niños qué sienten cuando están estresados y sus respuestas describen perfectamente, cómo funciona el cerebro cuando nos enojamos. Su remedio: basta con respirar para recuperar el control.
El enojo y el estrés también pueden afectar a nuestros pequeños.
Respirar profundamente
Pocas veces le hacemos caso al sentido común cuando estamos enojados. Lo único en lo que nos enfocamos es en tener la razón. Basta con respirar profundamente para que nuestro corazón se estabilice. Es importante enseñarles a nuestros hijos cómo controlar la ira, para que en el futuro sepan resolver conflictos con la cabeza fría y el mejor juicio. De igual manera, nunca es tarde para que aprendamos a recuperar el control cuando lo perdemos.