Por Mayte Cepeda
Dicen que, para escribir sobre algo, ese algo tiene que gustarte, saber sobre él, practicarlo, creer en él. Bueno, escribir sobre yoga me encanta pues se trata de una filosofía de vida de la cual puede aprenderse día con día y se convierte en un camino lleno de experiencias y autoconocimiento que nunca termina.
En este espacio me gustaría compartirte un poco sobre el significado del Ashtanga Yoga, diferenciándolo de aquella serie de posturas en secuencia dividida en varias series, un tipo de yoga que requiere mucha disciplina y entrega, del cual aprovecharé para escribir en otro momento.
Ashtanga Yoga parte del vocablo sánscrito asta significa ocho y anga rama o brazo. En la descripción hecha por Patañjali1 el Ashtanga Yoga trata los ocho aspectos del yoga que alimentan las tres necesidades del ser humano: las físicas, relativas a la salud y actividad del ser humano; las psicológicas, el conocimiento y el poder, y las espirituales, reflejadas en un estado de paz y felicidad del ser.
La primera rama del Ashtanga Yoga se le conoce como Yamas.
La raíz del vocablo yama significa restricción, abstención. Los yamas se refieren a aquellas conductas que tienden al autocontrol, a la abstinencia, a evitar acciones negativas. Los yamas a su vez se dividen en cinco pilares básicos que son:
Ahimsa, que en su sentido más común y simple se refiere a la no violencia, desde el aspecto más interior del ser humano, hasta los efectos que puedan tener nuestras conductas y acciones en el exterior y con los seres que nos rodean. Este yama podría decirse que es el más importante por la relación que guarda con el resto de los yamas, y por el significado tan amplio que puede llegar a tener.
Satya, significa veracidad, autenticidad, sinceridad. En los Yoga Sutras de Patañjali específicamente en el II.36, se hace referencia a este poderoso yama, en el sentido del poder que tiene la veracidad de cada una de las células que nos conforman, para llevar a cabo nuestras intenciones. Quien actúa en satya tiene tanto poder que lo que dice se puede realizar. De ahí la gran importancia e impacto que tienen las palabras y pensamientos en nuestro ser.
Asteya, significa no robar o tomar aquello que no nos corresponde. Este yama no se refiere únicamente a aquello material o tangible, incluye también el robo de energía o de tiempo de otras personas, cuando sabemos o estamos conscientes de esta situación. En el momento que asteya se ve fortalecido y practicado, es cuando llegan las verdaderas riquezas del ser humano y éstas no son de tipo material, sino las virtudes que fortalecen y enriquecen el espíritu del ser.
Brahmacharya, se refiere a la continencia o abstinencia de carácter sexual. Este yama no debe malentenderse en supresión o trituración de la energía sexual del ser humano, sino el saber canalizar esta expresión de fuerza vital del ser humano, respetando y estimando el poder que representa en nuestro ser.
Aparigraha, significa no codiciar, no obsesionarnos con poseer algo ya sea material y tangible como lo intangible. Evitar tomar aquello que no nos corresponde. También puede entenderse como aquella libertad de condiciones que nos permita conocer y profundizar sobre nuestro propio ser y naturaleza.
Digamos que estas cinco conductas que integran los yamas del Ashtanga Yoga, representan aquellas conductas o reglas necesarias para poder vivir en sociedad. Nuestras palabras, actos y pensamientos tienen un rotundo eco en el Universo, de ahí la importancia de cuidar precisamente lo que pensamos, hacemos y decimos. Namasté.
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