Por Dona Wiseman
El mundo y México hoy necesitan amor. Necesitamos poder decir, “¡No! ¡Ya basta!” con amor.
“El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”
-Corintios 13
Esta cita bíblica sobre el amor ha sido usada y mal usada vez tras vez y de nuevo. Es una cita que mucha gente ha empleado para mantener la consigna de que si amamos nos tenemos que volver sumisos ante injusticias. Hay muchas personas que viven de esa manera, mal entendiendo el amor. Si tomamos el amor como un estado interno, el significado de cada uno de los conceptos presentados en el texto cambia, y cambia mucho.
Yo propongo que el amor no sea un acto, sino un estado; un estado expansivo. El pasaje dice, “…todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Todo, expansión. Y sin embargo, veo que la terminología usada en este texto nos inquieta. Entre los sinónimos de “sufrir” está “dolerse”. Un estado interno de amor nos lleva seguramente a la condolencia, a dolernos con otros, a la compasión. Los sinónimos de “esperar” y de “creer” incluyen “confiar”, más no incluyen tener expectativas. Y los sinónimos de “soportar” incluyen “sostener” y “conllevar”.
El texto sugiere que no estoy en una actitud amorosa cuando quiero imponer mi verdad sobre la del otro. La opción es el diálogo. También sugiere que, si devuelvo injusticia por injusticia recibida, no estoy viviendo el amor. Eso no significa que me cruzo de brazos. Significa que hago lo necesario, dentro de una actitud amorosa. En estos días hemos visto un despliegue de protestas, infiltraciones, represiones, declaraciones, información verdadera y falsa. Es un momento para considerar cómo sería hacer lo que tenemos que hacer sin perder de vista al amor.
El amor es algo que se comparte. ¿Se acuerdan de la película Avatar? En esa película hay una expresión inconfundible de amor. “Te veo.” Si yo vibro en amor y veo a otra persona que igualmente vibra en amor, nos percibiremos de una manera total. Una amiga diría que nos vemos nuestras almas.
Es verdad que todos hemos tenido experiencias difíciles al confiar en alguien (incluso en gobernantes). Vivir el amor implica riesgos. He escuchado a personas decir: “No quiero que me lastimen de nuevo.” Hay dolor implícito en la vida y en el amor. El estado de amor sí nos hace vulnerables. Pero la verdadera fortaleza no se encuentra en no ser vulnerable. La mayor fortaleza es saberme vulnerable y arriesgarme de todas maneras.
El mundo y nuestro México hoy necesitan amor. Necesitamos poder incluso decir, “¡No! ¡Ya basta!” con actitud amorosa. Suena complicado, ¿verdad? Creo que lo es. Pero también creo que es urgente.
Texto incluido en NES Ed.2 AMAR