Por Mayte Cepeda
La loca de la casa. Momento, no me refiero a mí. Todos, hombres, mujeres y niños tenemos una loca en la casa y está siempre pegadita a nosotros. No nos suelta, a veces incluso, no nos deja hacer nada o nos pone a hacer de todo sin explicación alguna.
¿Ya sabes de quién te estoy hablando?
Pues sí. De la mente. Si nos vamos a la definición que la Real Academia Española nos hace favor de proporcionar, estamos frente al potencial intelectual del alma, a un conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter congnitivo, así como a un pensamiento propósito o voluntad.
Para tratarse de algo intangible digamos que es demasiado fuerte, poderosa y con una capacidad impresionante e infinita para guiarnos en nuestras conductas y acciones. De ella dependen, en su totalidad, las elecciones que hacemos en nuestra vida. Si volteamos a nuestro alrededor digamos que todo lo que somos, tenemos y padecemos, es consecuencia de lo que la mente nos empujó a hacer, deshacer, decir o desear.
Según el psicólogo francés Boris Cyrulnik “todas nuestras emociones se inscriben al nivel del cuerpo”. Esto significa que ese potencial que representa la mente, repercute positiva o negativamente en el cuerpo físico. Entonces, si de lo que pensemos o nos mande la mente depende en gran medida el estado de salud del cuerpo físico, tengamos en cuenta la importancia que tiene el tener una mente tranquila, alimentarla de cosas que le hagan bien y que la nutran positivamente.
Hace unos meses tuve un dolor en la espalda baja que duró más de lo que yo hubiese querido, y en el inter, algunas personas incluso doctores me preguntaban: ¿pues qué cargaste? ¿qué postura de yoga habrás hecho mal para que te duela así? y preguntas similares. Otro tipo de personas y doctores por su parte me hacían otra clase de cuestionamientos, algo así como ¿tienes problemas económicos?, ¿perdiste alguna oportunidad laboral? Etcétera. Y bueno, no puedo negar que para empezar me sentía juzgada, sin embargo, en lo que me curaba y no, me sobró tiempo para pensar y pensar en responderme a mí misma en cuál o cuáles podrían ser las razones o causas que originaron ese dolor. Y tal vez para cuando di con la respuesta ya había recibido un montón de terapias, medicinas y ejercicios, incluso ya ni me dolía la espalda. Sin embargo comprendí que dentro de mi problema físico se encontraban inmersas una serie de emociones atoradas mezcladas posiblemente con un descuido físico que fueron las causantes del problema. A lo que voy, en resumen, es que algo que pude atender a tiempo, si escuchaba lo que mi mente decía y de lo que se quejaba, en lugar de tratar de hacer como que no pasaba nada, posiblemente me hubiera evitado los meses de doctores, medicinas y terapias y nada físico me hubiera pasado.
Por eso, es súper importante saber que la mente no está ahí de adorno, pues para empezar no la podemos siquiera ver. Sin embargo su inimaginable poder justifica totalmente el valor que tiene y por lo cual es importante tener presente el procurar una mente sana, estable, equilibrada y sobre todo en paz. Cuando salió la película Intensa mente recuerdo perfectamente que a pesar de ser una película dirigida especialmente a público infantil, me impactó mucho su contenido; es fecha que me encanta y la veo una y otra vez. Esto porque me recuerda que puede ser que nadie a tu alrededor note todo por lo que estás atravesando, incluso si tienes un problema fuerte atormentándote. Todo eso se queda dentro de ti, y no es hasta que “tronamos” con una enfermedad o con una reacción al exterior que los demás se dan cuenta que algo estaba pasando.
Ahora bien, existen alimentos que ayudar a mantener una mente sana y aware o lo que sería para nosotros en alerta y totalmente consciente. Según el portal de Ecósfera podemos mantener un buen funcionamiento mental con la ingesta de semillas de calabaza, nueces, brócoli, cacao, moras, té verde, entre otros.
Si ejercitamos la mente de manera constante, podremos usarla siempre que la necesitemos. Esto suena medio sarcástico, pero es la verdad. Ejercicios como los mapas mentales, memorizar textos, figuras, asociar aromas con espacios y actividades de naturaleza similar, nos pueden ayudar a mantener una mente activa, joven y funcional.
Por el lado espiritual, la meditación, oración y aquellas actividades que tienen como objetivo fortalecer nuestro espíritu, reflejarán un beneficio inmediato en nuestra mente y su funcionamiento óptimo.
Ahora, si ya la tenemos día y noche pegadita a nosotros, qué mejor que darle buena vida a la mente, para que sea nuestra aliada en la vida y nos dé buenos resultados. Namasté!
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María yo lo he comprado en el supermercado. Suele estar junto a las especias. Puede que venga con el nombre de sésamo. Y tambien se encuantra en herboristerías y tiendas de dietética