Por Ivonne Orozco
Tristemente por la situación de nuestro país vecino, muchos mexicanos intentan recuperar la imagen que ha sido deteriorada por nosotros mismos: “una mexicanada “, “a la mexicana”, “mexicano tenías que ser”, etc.
Con una personalidad casi extinta en el corazón de muchos mexicanos, hoy México, gracias a la tendencia política, voltea a ver su maravilloso pasado, su magia, su cultura. México el lugar donde habita Quetzalcóatl, donde sus plumas infinitas acarician la piel mestiza de cada uno de nosotros.
La gastronomía no puede ser de otra manera, se recupera y llega como la diosa venerada a nuestras mesas. La comida mexicana nos marca y deja una huella en la memoria, en los recuerdos y evoca a placeres más allá de lo imaginable. Imaginemos la mesa de rey Moctezuma ofrendas al paladar, al gusto de ser mexicano.
Se postran los manjares y las tinajas desbordantes de cacao en agua. Escuchemos la suave música del caracol al oído, como el susurro de las deidades prehispánicas y llevemos al fuego el ritual más abrasador.
Nopalitos rellenos
- 6 nopales pequeños frescos
- 1 taza de requesón
- 2 tazas de frijol cocido negro (el frijol negro es el que más hierro contiene)
- 1 taza de queso panela en cubos
Pico de gallo
- 3 tomates
- 1/2 cebolla
- 1 chile serrano
- 2 xoconostles
- 1 ramito de cilantro
- Jugo de 2 limones
- 2 cucharitas de aceite de oliva
- Sal al gusto
Abrimos con cuidado nuestros nopalitos, los ponemos en el comal 5 minutos de un lado y 5 del otro. Los retiramos y abrimos suavemente por el centro del nopal, los rellenamos de requesón y los volvemos a poner al comal a que se terminen de asar, si vemos que se reseca mucho el nopal podemos poner una cucharadita de oliva. Servimos sobre una cama de frijoles negros en bola, de esos sabrosos de olla. En un costado ponemos el pico de gallo y juro que verás al mismo Quetzalcóatl.