Por Susana Veloz
Hace algunos días llegó a mí este video:
Y tras el más largo “AAAAAAAAAHHHHH QUE BONITO” que he emitido en mi vida, reflexioné sobre lo importante de tomar decisiones informadas con respecto a elegir un perro como mascota.
Según el sitio de internet Tu indiferencia me mata, el 90% de los perros y gatos son comprados por impulso.
Así es. Si hasta el mandatario de hielo ruso, Vladimir Putin, se derrite frente a un cachorro de Pastor Belga, qué podemos esperar de nuestra reacción ante el rostro de un niño, que al ver reflejada su inocencia en un cachorro, nos implora: “¡COOOOMPRAMELO!”
Así, en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos limpiando pisos y muebles cada hora y tirando a la basura ropa, juguetes y zapatos recién mordidos. Hasta que un buen día decidimos deshacernos del problema, regalándolo o abandonándolo, haciendo realidad otra profecía: el 70% de las mascotas adquiridas son abandonadas antes del primer año de vida.
Un aspecto constantemente olvidado cuando queremos elegir un cachorro es su edad. Si, su edad. Porque no es lo mismo 1 mes de nacido que 3 o 4 meses. Ahorita te explico por qué.
Los perros, como muchos mamíferos, al nacer dependen enteramente de sus madres quienes les procurarán alimento, cuidado y protección. Y conforme van creciendo; socialización y educación.
Aproximadamente desde las 3 semanas hasta los 3 o 4 meses, un cachorro que permanece al lado de su madre y sus hermanos tendrá y aprenderá varias cosas:
1. Un sistema inmunológico más fuerte adquirido directamente de la madre. Esto no significa que no demos un periodo de cuarentena (no salir a la calle ni estar con otros perros) para nuestro cachorro antes de su primera vacunación.
2. En dónde ir o no al baño. En un principio, la madre comerá los desechos de sus pequeños, pero llegado el momento, les mostrará que hay un lugar especial para ello y que éste se encuentra lejos de donde habita la camada. Por eso, cuando hay un cachorro en casa, es necesario mostrarle el lugar donde queremos que vaya al baño, esperar (si, a veces minutos) y volver a hacer lo mismo cada hora. Recordemos que es un bebé que necesita ayuda y observarlo constantemente es primordial. Algunas de las señales que nos dará cuando quiera ir al baño son: olfatea el piso en busca de olores, busca y da vueltas en un mismo lugar. Si logramos llevarlo a tiempo al lugar que queremos (al jardín del vecino no eh), seremos personas muy felices.
3. A jugar de manera respetuosa con sus hermanos y con los mayores. Esto es primordial, ya que un cachorro de 1 mes de nacido, separado de su madre, no sólo morderá para aliviar el dolor de sus encías al salirle los dientes, sino que no medirá la fuerza con que lo hace. Un cachorro que permaneció más tiempo con su camada, mide la fuerza de su mordida, sabe cuándo parar y no buscará constantemente atención en el juego, pues entiende que hay un tiempo para descansar y dejar a su madre y hermanos hacerlo.
4. Disminuir su agresividad con otros perros pues está acostumbrado a compartir su tiempo y espacio con los de su especie, así como a entender el lenguaje corporal. Claro, tendrá mucho que ver su carácter y si ya en casa nosotros continuamos con su socialización.
Un cachorro siempre será un ser adorable para la familia que necesitará atención, cuidados y mucho tiempo de educación. Elegir ejemplares que hayan madurado emocional y físicamente con su camada, será infinitamente mejor que actuar bajo impulso y adquirir un cachorro que fue separado de su madre al mes o dos meses de nacido, porque el dueño ya no podía encargarse de ellos.
Sólo así entenderemos este video donde un macho adulto, rodeado de cachorros, lidera a la manada sin regaños, ni escándalos, ni temor.