Por Kim Dewey
Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas.
De mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija,
de vientre a vientre.
– Casilda Rodrigañez
Hoy todavía un poco pensando en el día de ayer, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y en todo lo que se movió en redes sociales. Diferentes puntos de vista y opiniones. Para mí fue un día para reflexionar y darme cuenta de dónde venimos, a dónde vamos, qué nos falta y qué elijo hacer hoy para seguir avanzando por la libertad, seguridad e igualdad de las niñas y mujeres.
Como mujer y con una hija pequeña, no tengo opción, no puedo cerrar los ojos. Me doy cuenta que hay tanto por hacer, platicar y compartir. De esta reflexión surge lo que creo esencial para la transformación como mujeres, madres y por nuestras hijas: la necesidad de recuperar nuestra salud y conocimiento profundo de nuestro cuerpo. Sólo así podremos volver a confiar en nuestro poder, intuición y sabiduría como mujeres. Es un trabajo casi invisible, pero muy poderoso y con un potencial de expansión infinito. De una en una, desde casa. De madres a hijas.
Hoy te quiero platicar acerca del útero.
¿Alguna vez te hablaron de tu útero? Tu mamá, tu abuela, ¿alguna vez te contaron del poder creativo de ese pequeño órgano femenino? Antes, mucho antes, las mujeres se platicaban y compartían estas cosas. Pero la mayoría de nosotras conocimos el útero en 4to o 5to de primaria como un órgano más del “sistema reproductivo femenino” y lo más seguro es que no se volviera hablar del tema. Aun cuando cada mes sangramos y pasamos por cambios físicos y emocionales, el útero prácticamente no existe, aunque es el principal órgano en cuestión. Sí se habla de dolor, malestar, de “esos días” del mes, de taparlo y hacer como si no pasara nada. Sólo, quizás más adelante, por alguna razón médica, si hubiera desequilibrios del ciclo menstrual, problemas de fertilidad, o durante el embarazo volteamos a ver a nuestro querido útero. Pero lo más seguro es que se hable de él como un órgano extraño, ajeno y hasta mecánico sin ninguna relación con nuestra feminidad y poder. La realidad es que hay mucho más que conocer acerca de este pequeño gran órgano, del cual todos, absolutamente todos venimos y con el cual todas las mujeres tenemos una conexión profunda. Y también, muchas de nosotras, una herida por sanar si queremos dejar a nuestras hijas un legado de amor, poder y respeto hacia ellas mismas, su cuerpo y su feminidad.
Hoy te comparto 6 cualidades extraordinarias del útero para reconocerlo, hablarle un poco, y recordar su poder, propósito y potencial para nuestra salud y la salud de nuestras hijas.
1. El útero crea lazos
¿Sabías que tu viviste en el útero de tu abuela? ¡Sí! Es loquísimo, pero la pequeña ovocita (óvulo) que serías tú, se formó en los pequeños ovarios de tu mamá cuando ella iniciaba la vida en el útero de tu abuela. En algún nivel muy sutil y muy profundo, el útero es la conexión entre tú, tu madre y tu abuela.
2. El útero tiene la capacidad de expanderse y contraerse como ningún otro órgano
Cuando la mujer no está embarazada, el tamaño del útero es chiquito, no es más grande que una pequeña pera. Sin embrago, tiene el poder de expandirse y crecer para cargar y albergar a un bebé de cinco kilos ¡o más! Y no sólo eso, después vuelve a su tamaño original. ¡El útero es capaz de hacer esto una y otra a vez!
3. El útero es súper fuerte
El útero es el músculo más fuerte del cuerpo humano por su peso. Las capas de tejido muscular que lo forman van en todas direcciones formando espirales, lo que le permite, cuando es tiempo, crear tal presión que puede expulsar a un pequeño ser humano de 3, 4 o 5 kilos a los brazos de su madre. La fuerza de expulsión del útero durante el trabajo de parto es la mayor fuerza ejercida por cualquier músculo del cuerpo humano. El útero es realmente un súper órgano.
4. El útero puede crear un nuevo órgano
El útero es el único órgano del cuerpo humano capaz de crecer un nuevo órgano desde su interior. Y no cualquier órgano: la placenta maravillosa. La encargada de nutrir al nuevo ser y la conexión entre la madre y el bebé a través del cordón umbilical. E Igual que el bebé, la placenta nace. En muchas culturas la placenta se considera la hermana del recién nacido.
5. El útero es un segundo corazón
En diferentes culturas antiguas el útero era considerado un segundo corazón, por la gran similitud que existe entre ellos. El corazón como el útero están formados por tejido muscular y ambos laten, ambos tienen ritmo, pulso y están conectados con la vida y poder creativo.
6. Lo mejor, el útero puede crecer a un Ser Humano
Tan simple y cotidiano como mágico y extraordinario. En el útero de una mujer se puede concebir y gestar un nuevo ser humano. El útero es el primer hogar del ser humano, ahí tiene todo lo que necesita para desarrollarse y crecer. Es impresionante que nuestro cuerpo tenga el poder de hacer bebés y el útero es el lugar diseñado para ello.
7. No es sólo para hacer bebés. El útero por miles de años fue considerado un órgano sagrado y la conexión de la mujer con la naturaleza y fuerza creativa.
No solo a nivel biológico, el útero de cada mujer resuena con un útero mucho más grande: el útero de la madre tierra. Al rededor del mundo existen cuevas naturales y otras construidas por el ser humano, donde hombres y mujeres se han reunido por miles de años para purificarse y recrear el renacer desde la seguridad y calor del vientre materno, desde la madre tierra. Toda mujer puede sintonizar con los ciclos y energía de su útero para nutrir la energía creativa de su vida en todos los aspectos y recordar su naturaleza cíclica y conexión con lo sagrado.
El mundo sería muy diferente si cada niña y mujer conociera el poder que habita en ella y ¡lo maravilloso que es su cuerpo!