Por Jessica Rosales
Hace más de un siglo una centena de mujeres murió en Nueva York. Un grupo de trabajadoras se declararon en huelga como un acto de protesta por las deplorables condiciones laborales que mantenían en la fábrica Cotton Textile Factory, de Washington Square.
Ellas exigían tener el mismo salario que los hombres, ya que recibían un 70% menos de su compensación por la misma labor, así como pedían tener descanso dominical, reducción a 10 horas la jornada y derecho a la lactancia.
El dueño no aceptó la huelga, cerró las puertas de la fábrica y le prendió fuego, narran algunos escritos, aunque hay quienes dicen que se trató de un accidente; el hecho es que 129 mujeres murieron ese día.
En 1910 se celebró en Copenhague la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, con el objetivo de promover la igualdad de sus derechos, incluido el del sufragio universal. Fue en esa conferencia en donde se propuso y aprobó por unanimidad que se celebrara el Día de la Mujer Trabajadora el 8 de marzo.
Desde aquel histórico momento, la fecha ha sido un termómetro de la lucha de las mujeres por el reconocimiento en un mundo dominado por los hombres.
Sin embargo, a más de 100 años de este suceso, las cosas no han cambiado en su totalidad.
A nivel mundial se estima que hoy la brecha entre hombres y mujeres de remuneración económica es de 22.9% en promedio; según la Organización Mundial del Trabajo, las mujeres ganan 77.1% del salario de un hombre por realizar la misma actividad.
A nivel de profesionistas, son mínimos los puestos directivos que se asignan a la mujer. Los responsables de la toma de decisiones dan preferencia al hombre para dirigir las empresas y los proyectos importantes.
Un dato revelador es que de las direcciones generales de las 500 empresas líderes en el mundo solo 4% son ocupadas por una mujer, es decir 20, de acuerdo con un ejercicio realizado por unwomen.org.
A lo largo de los años se ha demostrado que las mujeres pueden realizar trabajos de todo tipo, pero son sometidas a exhaustivas jornadas en fábricas que no reconocen sus derechos laborales, además de que muchas de ellas son humilladas y acosadas por su condición de género.
Esta fecha es para conmemorar y honrar a las mujeres que lucharon incluso hasta la muerte por obtener parte de los derechos de los que hoy gozamos, pero falta mucho por hacer. Solamente 67 países cuentan con leyes contra la discriminación de género en las prácticas de contratación, en 18 países los esposos pueden impedir que sus parejas trabajen y en Rusia golpear a la mujer una vez al año no será un delito.
Aún hace falta romper las barreras de género en espacios laborales y lograr la igualdad de condiciones en el sector productivo.
En memoria de las mujeres que protestaron por la desigualdad y de aquellas que perdieron la vida por defender nuestros derechos, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer.
