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Respira: Cierra ciclos y pinta burbujas

Por Paulina de la Mora y Brenda Cristán

Imagina que cada uno vive en una burbuja y depende de cómo veas la vida así va ser tu burbuja: rosa, gris, azul, verde. Pero estos colores luego llegan a distorsionar nuestra realidad y nuestras decisiones. Sí, es bueno vivir en una de ellas, pero en una multicolor que nos deje ver la vida como realmente “es”, lo bueno, lo malo, lo que funciona, lo que no, lo que nos hace sentir bien, etc. Ver las cosas desde muchas perspectivas para poder entender a personas y situaciones, recordando que cada una es un maestro o una enseñanza.

Una de las tantas cosas que pinta de colores nuestra burbuja, son los ciclos que tenemos como personas. Esto puede ser generado por alguna relación, situación o deseo. Si nos quedamos atorados en algún ciclo, nuestra burbuja va ir tomando el color de cómo nos sintamos en esa situación. Siempre debemos tener en cuenta que todo tiene un principio y un fin, aunque sea algo muy difícil de entender y asimilar.

En este viaje que llevamos, los cambios nunca cesan. Es algo que no podemos detener y menos aferrarnos al pasado, a las cosas o a las personas. Nada está garantizado para siempre y aquí es donde entra eso de cerrar ciclos y dejar fluir las cosas. Cuando logramos comprender que una etapa está terminando, empezamos la siguiente sin ataduras y sin resentimientos, y así la disfrutamos plenamente y somos felices. Esto quiere decir que si soltamos algo dejamos ese espacio para que entre otra cosa nueva. Si vivimos renegando del pasado y con los ojos en un futuro que tal vez nunca llegue, no vamos a poder disfrutar del presente, de los logros y momentos de hoy.

Estas fechas de amor y de amistad se prestan muy bien para cerrar los ciclos que traemos pendientes, pero ¿cómo podemos hacerlo? Lamentablemente no hay una receta establecida para esto. Pero hay muchas cosas que podemos hacer, dependiendo qué se nos acomode más y con qué nos sintamos más cómodas.

Para todo esto te vamos explicar un ejercicio de respiración (Pranayama) llamado Sama vritti. Este ejercicio a nosotras nos gusta mucho pues es muy sencillo y además nos ayuda a relajarnos para soltar y liberar, sin aferrarnos a nada. La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental (en yoga se dice que ayuda a conectar la mente con el cuerpo); por lo que una profunda respiración ayuda a eliminar la tensión muscular, da una mayor cantidad de oxígeno a la sangre y a los órganos, mientras que la mente se vuelve más clara y despejada.

En yoga, la disciplina de la respiración se llama Pranayama; prana, significa energía o fuerza vital que impregna el Universo y está en todas las cosas. Nuestro cuerpo y mente funciona gracias al prana y a la respiración; es la forma más directa de absorber energía. Esta ciencia comienza con el control adecuado del diafragma y de los músculos respiratorios, el cual aporta el máximo grado de expansión pulmonar para absorber la mayor cantidad de aire.

Para practicar cualquier técnica de respiración (Pranayama) se debe adoptar una postura cómoda, con la espalda erguida, para no comprimir el abdomen y permitir que la respiración fluya, pero si en el estar sentada/o con la espalda recta nos resulta muy cansado, también podemos realizarlo acostada/o, solo procura no quedarte dormida/o jijijiji.

Sama Vritti es la más sencilla técnica de ejercicios de Pranayama. Es una forma “cuadrada”, es decir, que se hacen todas las instancias del Pranayama (inhalación, retención, exhalación, retención), con la misma duración de tiempo. La medida puede ser 4 o 5 segundos, pero dependerá enteramente la capacidad pulmonar que tengamos.

Cómo hacerlo:

  • Siéntate en una postura cómoda con la espalda recta.
  • Inhala por ambas fosas nasales utilizando la medida elegida (utilizaremos 4, pero puedes hacer 5, 6 etc.) En este espacio imagina que te llenas de luz, amor, salud. Que todo es perfecto.
    Retén durante 4 segundos con los pulmones llenos.
  • Exhala el aire durante 4 segundos. Y durante este proceso suelta eso que te preocupa, afecta, daña y que ya es tiempo de dejarlo ir.
  • Retén con los pulmones vacíos durante 4 segundos (esta parte puede ser obviada por las personas que recién empiezan, hasta que se acostumbren al ejercicio).
  • Realiza este ejercicio durante 2 o 3 minutos.

Veremos cómo, al finalizar esta práctica, nos quedamos con una sensación de paz y tranquilidad. “Todo es tan sencillo y perfecto como respirar”. Cuando soltamos y damos espacio a los pulmones automáticamente llega algo tan maravilloso, como al inhalar nos llenamos de oxígeno, prana, energía.

Recuerda que este camino es personal y a veces toma tiempo. Hazlo conscientemente siendo sincero contigo y con los demás, no te presiones. Medita, respira, fluye, suelta y haz que tu burbuja sea multicolor.

Artículo tomado de nuestra revista impresa

Brenda Cristan: Instructora certificada en Hatha Yoga, Vinyasa Krama Yoga, Yoga con Cuerdas y Yoga para Niños. Ha impartido clases en diferentes centros, empresas, gimnasios, escuelas y particulares. Fiel y agradecida con esta filosofía y manera de vida, es por eso que le encanta compartirla.
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