Por Susana Veloz
Quienes prefieren a los gatos como mascotas, lo hacen no sólo por su elegancia o simpatía, sino por su gran carácter e independencia con respecto a sus dueños. Sus exigencias de afecto serán escasas en comparación a las de un perro y sus ocurrencias nos hacen pensar en un carácter más humano. No será complicado entrar a un hogar con gato, en donde el dueño en realidad no sepa dónde está su amigo peludo, pues muy probablemente el minino esté durmiendo, recuperándose de una noche larga por el barrio. Y es esta libertad con la que se desenvuelven dentro y fuera de casa, lo que los vuelve fascinantes, pero también muy peligrosos.
Según la National Audubon Society, una de las asociaciones líderes en la protección de aves, los gatos domésticos matan entre 1.4 y 3.7 billones de aves al año. Esto sin contar a los gatos ferales, por los cuales nadie responde. Así mismo, un artículo en el diario El País, nos describe cómo un solo gato puede acabar con la vida de entre 23 y 46 pájaros y entre 129 y 228 pequeños mamíferos cada año.
Estas cifras pueden parecer un poco elevadas y exageradas, pero ¿cuántas veces un dueño de gato no se ha quedado boquiabierto cuando su mascota llega con un ejemplar alado y lo llama “regalo”?
El instinto y anatomía de los gatos, junto con su nocturnidad, los vuelven cazadores perfectos. Y a nosotros, muy ignorantes de lo que ellos hacen mientras “salen a pasear”.
Un estudio de la Universidad de Georgia (EUA), logró montar pequeñas cámaras de video (con radio localizadores, visión nocturna y herméticas) en los collares de 60 gatos, sólo para descubrir a los asesinos perfectos. Gracias a ese estudio, se descubrió que el 30% de los gatos ingerían a sus presas, el 49% dejaban los restos y 21% regresaban a casa con ellas. También se descubrió que muchos de ellos tenían otros dueños que les daban comida y afecto.
Muchas veces esta capacidad ha sido en beneficio del hombre ya que, gracias a los gatos, las poblaciones de animales nocivos como las ratas o cucarachas, se mantienen controladas. Sin embargo, acaban también con otras especies endémicas como aves, insectos, marsupiales, reptiles o anfibios. Necesarios todos para mantener el equilibrio biológico del ecosistema y únicos en su especie. Esto es lo que ha pasado en la isla Guadalupe de nuestro territorio. Ahí, los gatos ferales han logrado erradicar a 6 de las 9 especies de aves endémicas. Una cifra muy alta, para una elegante mascota con tiernos bigotes y cola traviesa.
De nuevo, no ver el problema no significa que no exista. Y ser dueños responsables de un gato, implica 3 cosas importantes:
1) Esterilizar a nuestro amigo felino. La población de gatos ferales es un problema estratosférico que no sólo ocasiona molestias, sino problemas de salud y ruido a la comunidad.
2) No dejar salir a nuestra mascota. Creer que, por su naturaleza los gatos deben andar con libertad, es un error. Recordemos siempre que aquello que amamos de nuestra mascota, alguien más lo odia. Dejarlos salir, además de ocasionar daños a la fauna local, los puede poner en riesgo de ser atropellados, golpeados, capturados o envenenados. Que un gato no vuelva a casa, no siempre significa que “encontró novia/o” o “se fue de vago/a”. Hoy en día la tendencia de tenerlos en casa encuentra una mano amiga en sets de diversión y espacios donde puedan recrearse. Incluso, los paseos con correa son una excelente opción.
3) Así como poco a poco se han realizado estudios sobre los daños que pueden ocasionar nuestras mascotas, las soluciones no se han hecho esperar. Este es el caso de Birdsbesafe, un collar con diseños en colores brillantes que hacen que las aves detecten prontamente a sus depredadores y puedan huir. Chequen su sitio de internet donde encontraran una excelente explicación de cómo este pequeño aditamento puede reducir en un 87% la caza de aves por los gatos.
En un grado muy grande nuestras mascotas nos proporcionan felicidad, empatía y llenan nuestra necesidad de cuidar con amor y esmero algo propio. Esto también implica cuidar a quienes nos rodean de los desperfectos que puedan ocasionar. Nuestras familias, vecinos y medio ambiente en general, nos lo agradecerán.