Por Ana Celia Aguirre
Cuando llega un bebé al seno de nuestra familia de pronto nos encontramos con situaciones que sentimos que solo nos pasan a nosotros.
Incluso aquellas que se preparan con cursos y pláticas llegan a sentir que muchos detalles se salen de las manos, por lo cual es importante entender que con cada nacimiento se construye una nueva historia; tal vez con algunos matices parecidos a otras historias, pero claramente distinta. Comprender esta diferencia nos ayudará a vivir con más confianza nuestra propia experiencia, buscando las respuestas a nuestra maternidad. Así, desde nuestras vivencias, hace entonces sentido el compartir, preguntar, aconsejar, ayudar o simplemente escuchar a mujeres que, como nosotras, están en su propio proceso de construcción de la maternidad.
Es por lo expuesto anteriormente que, contar con una red de apoyo es tan importante. Una red que nos sirva como fuente de información y orientación a lo largo de nuestra nueva experiencia como mamás.
Hábitos de lactancia: los primeros días.
Algunas dudas habituales que asaltan a las mamás cuando tienen a su bebé en brazos con un llanto pidiendo de comer son:
¿Cuánto tiempo?
El bebé puede mamar todo lo que quiera. Si no le han medicado puede estar amamantando (revisar siempre una postura adecuada) por una hora o más, en cada toma, los primeros días. Si está medicado o somnoliento necesitará motivación y ser despertado para comer sin dejar que pasen más de tres horas sin comer los primeros días.
¿De qué lado?
Mientras sigas estando cómoda con la succión sin dolor puedes cambiar de lado tantas veces como vayas sintiendo que lo vas necesitando, sin seguir un rigor establecido sino más bien siguiendo tus propias sensaciones.
¿Con qué frecuencia?
Algunos bebés tienden a pedir de comer hasta más de ocho a doce veces en el día, con siestas intercaladas. Están preparando la producción de leche para cuando crece su pequeño estómago.
¿Tengo suficiente leche para mi bebé?
Mientras los pañales sucios sean numerosos, no hay razón para preocuparse. Los bebés crecen a estirones y esto se refleja en días en los que piden de comer con más regularidad. En estas ocasiones su estómago crece y sienten más hambre por lo que piden más seguido y con ello aumentan la producción de leche. Una vez logrado este objetivo vuelven a espaciar las tomas, respondiendo a un proceso natural e instintivo. Estos estirones son distintos en cada bebé, sin embargo, ocurren alrededor de los primeros 10 días, a las tres y seis semanas, y a los tres y seis meses. De nuevo, es importante recordar que cada bebé es único y pueden presentar dichos estirones en distintos momentos.
Información obtenida del libro El Arte Femenino de Amamantar, de la Liga de la Leche International. Para más información puedes pedir apoyo a la Liga de la Leche Saltillo.
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