Por Dona Wisema
Un amigo, un hombre a quien admiro, dijo algo el otro día. No me gustó. Ya lo hablé con él, así que no sentiré que me estoy desquitando a la brava ahora que escribo sobre ello.
Dijo esto:
“Lo más inteligente que pueden hacer las mujeres es hacer a los hombres sentir que somos los que llevamos el control.”
Soy peleonera y lo admito. Mi impulso era responder en el momento, y no de manera linda. Pero me detuve un rato para contemplar lo que yo oía en esta frase. Mi primera réplica sería, “Si quieren el control, tómenlo.” Y sí, lo pienso así. Yo no quiero ser la que controla todo siempre, esto muy a pesar de mi personalidad ultra-exageradamente controladora. Al pensar un poco más me di cuenta del doble juego. Los hombres (no es acusación, estoy reaccionando a la frase) quieren que nosotras controlemos y que hagamos parecer que ellos lo hacen. Ya estoy muy vieja para estos juegos. No, no es verdad, más bien nunca entendí estos juegos entre el hombre y la mujer.
Hace días vi un video que planteaba una actitud que muchos hombres tienen en casa. La mujer reclama que ha hecho un sinfín de cosas y él sigue viendo tele y él responde, “No me pediste ayuda.” No pretendo atacar a los hombres. Más bien quiero preguntarnos a las mujeres ¿qué estamos haciendo? No quiero lanzarme a un tratado sobre el machismo y la misoginia y como son actitudes perpetuadas por nosotras mismas en muchísimas ocasiones. Quiero saber si las mujeres vemos a los hombres como seres que pueden llegar a ser nuestros compañeros, o si de plano los vemos como seres medio inútiles que no son capaces de tomar control de aspectos de la vida que les pudieran corresponder. ¿Cómo ven?
¿Será que yo no puedo aceptar a un hombre como compañero, para formar un equipo, una pareja? La palabra “pareja” significa un conjunto de dos que tienen alguna relación entre sí. Viene del latín par, parís: que significa “igual”. ¿No puedo estar con un hombre y entrar en una relación en la que: nos comuniquemos con claridad, digamos lo que nos va y no nos va en la relación, hagamos sacrificios los dos por tal de estar juntos, nos miremos como iguales (con respeto y admiración), compartamos una vida de manera equitativa, hablemos sobre nuestros enojos, tristezas, miedos, alegrías, etc., juguemos, riamos, lloremos? ¿Una relación en que los dos nos miremos a los ojos cuando estamos juntos y nos lancemos a la vida tomados de la mano? ¿En que nos enriquezcamos con las diferencias? ¿Dónde no somos víctimas de comparación?
Yo no quiero una relación si no es con un compañero. No quiero jugar a “quién controla a quién”. No quiero hacer el esfuerzo por controlar y que parezca que él está en control. Lo que controlo yo lo controlo, lo que controla él lo controla. No quiero jugar. En todo caso, podría querer, quizás, alguien que sepa acompañarme.
Edmundo Zárate
Dialogo y comunicación, aún nos falta mucho a los seres humanos para desarrollar la telepatía, y con la empatía hay la llevamos pero aún nos falta camino por andar, por eso ante todo, dialogo y comunicación..