Por Clara F. Zapata Tarrés / La Liga de la Leche A.C.
Durante la lactancia, tenemos a muchas personas a nuestro alrededor que pueden ayudarnos y apoyarnos. Pueden ser familia y amigos cercanos, nuestras parejas o nuestras propias madres. Es un hecho. Aquí, y por ahora, vamos a hablar de una persona que poco a poco se vuelve clave y que también es afectado: el padre del bebé.
Hace algún tiempo atrás, cuando íbamos a algún grupo de apoyo de La Liga de La Leche, casi siempre nos encontrábamos a muchas mujeres hablando de nuestros logros y dificultades. En otros grupos veíamos que también asistían los padres del bebé y ellos escuchaban atentamente todas las experiencias, la información y hasta las emociones que surgían de ello. Aunque estuviéramos atentos a sus participaciones, en general, se trataba de cómo podían “ayudar”, “apoyar”, “colaborar”. En este sentido, observamos que la mujer que amamantaba se encontraba en primera plana y en ocasiones, olvidábamos a ese padre que, sin duda, tenía que decir muchas cosas y que sentir múltiples emociones. Por ello, es importante hablar de esta figura.
Existe un mito muy arraigado en nuestra cultura consumista que plantea que si el padre no alimenta a su bebé no participa en lo absoluto de la crianza y en consecuencia no desarrollará el apego con su hijo. Por ejemplo, podemos encontrar muchas fotos en publicidades con una ternura tramposa, en la que el padre le da un biberón de fórmula a su bebé. Asimismo, también es un mito que el padre es el proveedor y “cuida” a la mujer que amamanta. Efectivamente, el padre apoya, cuida y ESTÁ para la madre y su bebé, pero él también tiene sus propias necesidades de sentirse apoyado y por ello juega un rol trascendental. La llegada de un bebé resignifica a la pareja y la transforma, el padre puede tener miedo e indecisión; el padre se puede poner celoso, puede sentir deseo sexual y la mujer no siempre; o al revés, el padre puede no sentir deseo sexual en lo absoluto y la mujer estar desbordada de deseo. El padre puede sentir que está de más, que sobra y que debe mantener su papel tradicional mítico.
Lo cierto es que cada vez más papás se hacen presentes en los grupos de apoyo de La Liga de La Leche y que además se involucran en la crianza y el apego con su bebé y hablan de sus sentimientos. A la hora del parto, tenemos padres que pudieron ser activos y hacerla de doula, otros se quedaron inmovilizados por el miedo que les causó mirar a su mujer cortada por una cesárea, por ejemplo. Y ya en la etapa de lactancia podemos ver padres que cargan a sus bebés con el método canguro mientras la madre se recupera de su parto. En la intimidad, con luz tenue, con la mirada tranquila y el corazón latiendo despacito, encontramos padres que arrullan a sus bebés con generosidad y que a la hora de la tarde, cuando la madre está cansada, sus brazos son únicos y reconfortantes. Se ve un ir y venir donde esta figura está cada vez más presente y participativa, se da permiso de sentir, de oler y de estar en contacto cercano con su bebé.
En todo este camino corto, largo, contradictorio, complicado a veces y simple en otras, la mujer que amamanta se siente plenamente acompañada, cobijada. NO ESTÁ SOLA. Amamantar, se vuelve un acto placentero, gozoso, disfrutable. Y la mujer no solo se siente apoyada, sino que también en igualdad de circunstancias. El padre, de estas diferentes maneras, puede ESTAR, mientras la madre confiada y tranquila, alimenta física y emocionalmente a su bebé, directamente de su pecho.
Para muestra un botón. En Francia, un padre muy comprometido con la lactancia, Pascal Ghazi, decidió hace dos años, crear un grupo de apoyo virtual para precisamente tomar en cuenta a los padres de los niños amamantados. Luego construyó incluso un sitio de internet en el que escribe un blog y postea información útil, así como las experiencias de diferentes padres. Su esposa, Hanny Ghazy, líder de La Liga de La Leche, es colombiana y la información se puede consultar tanto en francés como en español, ella es la traductora. Tiene también un grupo de Facebook donde comparten sus sentimientos, hablan de sus dificultades y tienen reuniones en vivo, así como las que hace La Liga de La Leche en algunas ocasiones. En abril, en un evento del aniversario número 60 de la organización en donde participan conferencistas de todo el mundo, él contribuyó con una conferencia sobre el rol del padre en la lactancia. Ahí plantea esta serie de historias, disyuntivas y cuestionamientos que muchas veces tienen los padres y que la mayoría del tiempo quedan en la sombra o temen ser expresados. Amamantar, desde esta perspectiva, ya no se convierte en un tema de mujeres o de hombres, sino de una experiencia humana que pretende normalizar lo que siempre ha sido natural y que se ha quizás malentendido y hasta pervertido a lo largo de los años.
Observa con calma, escucha tu corazón.
¿Tu pareja? ¿Qué papel tiene en tu proceso de lactancia? ¿Te lo has preguntado? ¿Por qué no, iniciar un diálogo que nos permita incluir al padre del bebé y ver qué implicaciones tiene esto en el apego, la crianza y la relación de pareja? Involucrar a todos los que nos rodean de una manera activa en la lactancia, nos hará, en definitiva, una sociedad enriquecida, igualitaria, pacífica y por supuesto, libre.
Referencias y recursos
Grupo de discusión en español : www.facebook.com/groups/dadsonlyLATINO/
Página Facebook : www.facebook.com/papallaitantsbreastfeedingdads/
http://www.huffingtonpost.com/entry/breastfeedingone–mans–perspective_us_57343d70e4b0ed0ca07a7cb3
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Las experiencias de las madres y los padres en los grupos de apoyo de La Liga de la Leche, te ayudan a llevar estos procesos de manera más relajada y tranquila. No dudes en asistir a alguno y pedir apoyo cuando lo necesites.