Por Mayte Cepeda
En el mundo yogi existen una infinidad de posturas que sirven para unas u otras cosas dependiendo el enfoque y esfuerzo que impliquen. En mis más de quince años como yogini y a base de mucha práctica y constancia, puedo decirte que existe una postura que es la reina de todas las demás: Sirsasana.
Por su origen sánscrito significa postura de cabeza. Esta asana demanda mucha concentración, fuerza y sobre todo pérdida del miedo. Y te digo esto porque cuando nunca la hemos hecho y estamos por empezar a practicarla, es muy fácil agarrar el miedo a caerte, claro es natural; pero hay que evitar maximizar ese miedo y darle únicamente el valor que merece. Una opción que manejan varios instructores es que para practicar sirsasana puedes ayudarte con la pared por detrás, lo cual te puede crear cierta confianza, sin embargo es importante darle un tiempo de vida determinado a la “ayuda de la pared” porque luego también pasa que nos es difícil divorciarnos de ella y aunque la postura esté dominada y controlada, seguimos pegaditas a la pared “por si acaso me caigo”. Otra opción es entrar en la postura con ayuda de tu instructor, respecto del cual también tendrás que aprender a separarte cuando sepas que puedes trabajar tu sola la postura.
Sirsasana tiene una cantidad interminable de beneficios. Desde el solo hecho de cambiar el cuerpo de posición en la que siempre está gracias a la fuerza de gravedad: llevar los pies hacia arriba y permitir un cambio y oxigenación en el torrente sanguíneo, esto hace que llegue sangre limpia a las células del cerebro y bueno pues si sufres de estrés, dolores de cabeza, fatiga y este tipo de malestares, te ayudará mucho el llevar sangre limpia a esta zona.
Para trabajar sirsasana por primera vez lo más recomendable es un maestro a tu lado. La guía e instrucciones que te proporcione son de vital importancia para prevenir lastimaduras o caídas que pueden quitarte las ganas de practicarla, además que una cosa es la teoría y otra la práctica, así que si obtienes tips y recomendaciones de alguien que tiene experiencia y amplia práctica en esta postura, seguro te irá muy bien. Ahora, sé que como en todos los deportes y disciplinas existen las amateurs que está perfecto que así lo hagan, solo que es muy importante tener cuidado y conciencia plena de todo lo que involucra un parado de cabeza.
¿Qué elementos debo conocer para practicar sirsasana?
- Es una postura que requiere fuerza en el abdomen, cadera, pelvis, muslos, hombros y brazos. Esto ya que se trata de un juego entre el equilibrio y la fuerza, lo cual es básico para mantener el cuerpo quieto y en completo control.
- Aunque se llama postura de cabeza, no significa que tu cabeza te apoya y sostiene en la postura. El esfuerzo está en tus hombros y tus brazos. Si llevas el peso de tu cuerpo a la cabeza, puedes lastimar tu cuello y tendrías que dejar de practicarlo por seguridad de tu columna.
- Es una postura de control mental. La guía para permanecer en ella es sacar de tu cabeza todos los pensamientos posibles y atender únicamente a tu respiración y control de bandhas, que son los candados energéticos de los que te platicado en otros textos. Además el dejar la vista en un solo sitio, en este caso en la punta de la nariz, te ayudará a lograr mayor control de la postura, concentración y claro, obtener los beneficios de ella.
- Favorece la mayoría de tus sistemas biológicos, principalmente los sistemas cardiovascular, respiratorio y linfático. Con sirsasana buscamos alejarnos de las medicinas el mayor tiempo posible.
- Puede ser que la postura tarde en llegar; también puede ser que te salga en el primer intento. Cada cuerpo es distinto, pero a todos los cuerpos les llega el sirsasana cuando están listos.
Hoy es un buen día para practicar sirsasana. Te invito a encontrar a través de esta postura, los múltiples beneficios que puede darte para sentirte más sana, tranquila y fuerte. ¡Namasté!
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