Especialistas advierten que las mochilas no deben superar el 10% del peso del niño.
Por Jessica Rosales
Lo primero en que pensamos al inicio de cada ciclo escolar es tener cubierta la lista de útiles, el uniforme y lo necesario para un lunch nutritivo. Nos organizamos para que los niños cumplan su ciclo de sueño y tengan un buen rendimiento en las aulas. Cuando todo está listo entonces consideramos la mochila, esa bolsita de tirantes o de ruedas que utilizará para llevar todo lo necesario a la escuela.
Al visitar las tiendas encontramos una diversidad impresionante de diseños, la mochila de moda, la de los personajes favoritos de los niños, todas se ven ideales pero ¿qué debemos considerar al momento de comprar este producto?
Una mochila rosa para niña, azul para niño, de ruedas, de tirantes, todas parecen inofensivas. Sin embargo, el exceso de útiles podría ocasionarles lesiones en columna vertebral y en diversas partes de su espalda, que podrían ser permanentes.
Como mamás debemos considerar un detalle importante antes de adquirir una mochila y de ceder a los gustos de nuestros hijos. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierte que es necesario verificar y garantizar que no sobrepasen el 10 por ciento del peso del menor.
La coordinadora de Enseñanza e Investigación de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación (UMFR) Siglo XXI, María del Carmen Mora Rojas, destaca que debido a la fortaleza de la espalda del infante mientras cursa la primaria, al momento de cargar una mochila con exceso de peso no manifiesta dolor o alteraciones de forma inmediata.
Sin embargo, de continuar con esta carga, provocará mayor contractura y lesiones en la columna y en general en el sistema osteomuscular, así como dolor crónico que se llega a manifestar a partir de los 30 años de edad.
Por ello, los especialistas en rehabilitación realizan diversas terapias para evitar que las molestias y afectación en espalda, cadera o rodillas sean irreversibles, ya que se comprobó mediante una investigación realizada por el IMSS, que los menores que cursan primaria y secundaria cargan mochilas que pesan en promedio entre ocho y 13 kilogramos.
Por ejemplo, un niño de 10 años pesa alrededor de 33 kilos, si tomamos como referencia que la mochila pesa ocho kilos, carga más del 10 por ciento de su peso corporal. Lo recomendable sería que sus libros y cuadernos pesaran en total 3.3 kilogramos.
Es importante revisar qué materiales necesita llevar a diario para decidir el tipo de mochila que requieren nuestros hijos. Así mismo, para no sobrecargar a los menores debemos hacer una revisión de sus materias a fin de evitar que lleve útiles de más, tratar de que no guarden juguetes u objetos pesados y usar de preferencia mochilas con ruedas para reducir la carga.
Los especialistas señalan que hay otras medidas que ayudan a prevenir que los menores sufran dolor y desgaste en la columna, como evitar el sedentarismo prolongado al ver por dos o más horas la televisión o jugar frente a la computadora, se recomienda que los niños hagan ejercicio para mantener con movimiento músculo y articulaciones.
En primaria lo ideal es que los niños usen una mochila con ruedas para que no lleve su peso sobre la espalda, incluso se sugiere acordar con el docente que puedan dejar en el aula libros y cuadernos, y sólo llevar a casa los que requieren de estudio posterior para utilizarse al siguiente día.