Por Champaca Treviño
Escritores, periodistas, artistas, pintores, comerciantes, maestros, doctores, atletas, cineastas, antropólogos, fotógrafos, músicos, chefs, comerciantes, y mucho más, sin duda, es enorme la lista de mexicanos y mexicanas brillantes cada uno en sus propias habilidades.
Los mexicanos somos creativos, esa es una de nuestra gran ventaja, sabemos reírnos de las tristezas, hacer un meme con humor negro para transformar lo más preocupante del momento en la situación más divertida del mes.
Definitivamente, tenemos un enorme potencial para crear cosas innovadoras y competir contra el resto del mundo. No hay límites, tenemos un ingenio, que en ocasiones se alaba, otras, se critica.
Necesitamos soltar los miedos, romper paradigmas, cambiar nuestros patrones de conducta y eliminar los pensamientos y creencias limitantes acerca de que los mexicanos no podemos, que estamos en crisis, que somos débiles, mal alimentados y un sin fin de aspectos negativos que se nos vienen a la mente cuando uno de nuestros compatriotas está en medio de un proyecto, evento o concurso.
Debemos tener el orgullo de decir y sentir, ¡soy mexicano!, tengo la capacidad de crear, puedo lograr mis sueños. Somos apasionados por naturaleza, saquemos esa pasión por nuestros ideales.
Investiguemos y conozcamos ejemplos de mexicanos líderes que cambiaron la historia, que son reconocidos por su creatividad e inventiva. Conozcamos más de nuestros paisanos y que esa información sea una especie de motivador mental y emocional que nos impulse a darnos cuenta de que sí se puede, que necesitamos reconocer lo que somos capaces y, sobre todo, que muchos otros ya lo han logrado.
En ocasiones, escucho a mi hijo de 7 años decir, “mamá, quiero crear un robot, con brazos de cucharas, motor de carro y pies de dinosaurio, que construya máquinas para hacer edificios de helado y chocolate que no se derritan, a los que les pueda dar una mordida y el robot lo arregle al instante con un nuevo sabor de helado.” ¿Cómo decirle que no? ¿Cómo explicarle que en mi mente eso es imposible? Mejor, decido romper mis esquemas, motivarlo, que escuche de mí, “¡por supuesto hijo, inténtalo, hazlo!”, para que él haga eso y más; y me responde, “entonces mamá, ¿me regalas 4 cucharas, la impresora de tu oficina que ya no funciona, ese celular que tienes guardado y puedo desarmar estos 3 juguetes que ya no uso para hacer mi robot?” Inmediatamente me entra el estrés de madre -¡ya va a destrozar más cosas!- pero no puedo yo ser su límite, necesito practicar la congruencia y dejarlo experimentar.
Por más locas que pensemos que sean nuestras ideas, no las desechemos, encontremos la lógica o ilógica a todo lo que traemos en la mente y de ahí, descubriremos nuevos y divertidos proyectos de trabajo.
Inventa y transforma, recuerda a Thomas Alva Edison, uno de los más grandes inventores, quien dijo: “No he fallado; sólo he encontrado 10,000 maneras de que no funciona”.
La actitud es algo que cada quien elige y decide por sí mismo. Tienes el poder de inclinar la balanza hacia lo positivo, eres dueño de tu propio destino, imagina un ancla, traza tu meta, avienta el ancla lo más fuerte posible, aférrate a tus sueños, al principio notarás una serie de obstáculos que se ponen en tu contra, tal vez eres tú mismo que no quieres salir de tu zona de confort, concéntrate, no te distraigas, no pierdas energía, ve superando cada una de esas batallas que se presenten y de repente, observarás una serie de eventos, oportunidades, muchas veces inexplicables que se presentarán para que puedas lograr tu sueño.
TIPS
Toma papel y lápiz, haz una lista de preguntas como, por ejemplo:
- ¿Por qué le temo a emprender?
- ¿Cuál ha sido el motivo por el que he desistido de mis sueños?
- ¿Qué me hace falta para lograr eso que tanto quiero?
- ¿Cuáles son mis miedos a hacer algo diferente?
- ¿Qué me detiene para avanzar aún más?
Escribe todo, lo primero que venga a tu mente, no pienses las respuestas, no las razones, deja que tu subconsciente te muestre la información, por más locas que consideres sean esas respuestas que se te vienen a la mente, poco a poco encontrarás la razón a cada una de tus preguntas.
Materialicemos nuestros sueños, que no se queden en el olvido, somos capaces de elevar nuestra economía y dar un mejor futuro al país.
Encuentra este artículo en nuestra Edición Impresa No.06