Por Jessica Rosales
Sin importar la edad, una gran parte de la población piensa que hacer su testamento es señal de mal agüero. Consideran que es adelantarse a la muerte y anunciarla, pero la única consecuencia de retrasar este trámite es que tras su deceso se heredan una serie de problemas para la familia.
Peleas, demandas, juicios, distanciamientos entre hermanos, nietos, es la principal característica de los hogares ante la falta de un testamento, la familia se desintegra.
El testamento es un acto jurídico, es la declaración voluntaria de una persona expresando lo que quiere que se haga con sus bienes después de su fallecimiento; se trata de un acto solemne sometido a ciertos requisitos de forma y en el que necesariamente consta la institución de un heredero.
La notaria público número 95 de Saltillo, Blanca Nelly Guajardo, nos explica que algunas personas piensan que sólo pueden heredarse los bienes inmuebles, pero el testamento abarca otras posibilidades como concesiones de taxi o de transporte.
Así mismo, se puede expresar por escrito el reconocimiento de algún hijo fuera del matrimonio y por lo tanto una pensión alimenticia.
Ante la falta de un testamento, la posesión de sus propiedades entra en litigio y quienes se consideren sujetos a heredar tienen el derecho de iniciar un Juicio Sucesorio Intestamentario el cual puede ser muy costoso, largo e incluso derivar en problemas tan graves como riñas u homicidios entre familiares.
“El testamento o la falta de este es un problema social, la gente tiene conciencia o se ha dado cuenta de que por cosas tan insignificantes puede crearse una violencia tal, que llegan inclusive a agredirse físicamente o, en casos extremos, matarse entre la familia por situaciones muy sencillas”, señala.
Al morir, quienes tienen en primer término la posibilidad de heredar pueden ser los cónyuges, los hijos, y en caso de que no haya ninguno de éstos, los familiares más próximos, de acuerdo con el Código Civil. De no haber nadie, los bienes pasan a la beneficencia pública.
Por ello, Nelly Guajardo hizo un llamado a realizar este trámite y aprovechar la campaña de descuentos en todo el país, pues manifiesta que resulta más costoso demostrar quienes deben ser los beneficiarios o iniciar juicios de bienes intestados.
“Cuando no hay testamento el patrimonio no se queda a la deriva, la ley lo marca, pero se crean más conflictos porque es más costoso pagar abogados y un notario para la adjudicación de bienes, además de que el proceso es más largo, es decir, se triplica el tiempo y el esfuerzo”, manifiesta.
Un punto importante en este tema, pero también controversial, es que quien desea tramitar su testamento no está obligado a dejar su patrimonio a un familiar, puede hacerlo a un amigo, incluso a instituciones de beneficencia, voluntad que deberá ser respetada aun cuando exista inconformidad de alguno de sus parientes.
“Otra de las ideas que tiene la gente es que al fallecer una persona hereda en automático o si el esposo fallece los bienes pasan a manos de su pareja sentimental, si eso está plasmado tal cual en el testamento no tendrá inconvenientes; pero si no es así, tendrá que distribuirse el patrimonio entre las personas que decidió beneficiar el fallecido”, expone.
En México, septiembre es el mes del testamento lo que significa que los notarios de todo el país otorgan hasta un 50% de descuento en los cobros que van desde los mil pesos dependiendo del patrimonio de la persona.
Si usted quiere saber cómo hacer un testamento y no morir en el intento, asesórese con un notario público y aproveche la oportunidad de no dejar pendientes, pero, sobre todo, evite heredar problemas para sus seres queridos.
La notaria pública 91, Blanca Nelly Guajardo Villarreal, nos explica algunos detalles de este trámite y las consecuencias de no dejar en papel su última voluntad.