Hagamos un juego. ¿Les parece?
- Escribe en una hoja tu animal favorito. (caballo)
- Haz una lista de 3 a 5 características que tú ves en ese animal. (fuerte, trabajador, digno)
- Anota un animal que no te agrada. (ciempiés)
- Escribe de 3 a 5 características que tú ves en ese animal. (peligroso, raro, desconocido)
- Con cada una de las características que anotaste escribe una oración que comienza con: “Yo soy…”. (Yo soy fuerte. Yo soy trabajadora. Yo soy digna. Yo soy peligrosa. Yo soy rara. Yo soy desconocida.)
- Ahora contempla lo que estos animales te enseñan o descubren sobre ti.
Un precepto psicológico importante es la proyección. La frase “lo que te choca te checa” es una manera simplista y distorsionada de referirnos a la proyección. La verdad es que el mundo no es lo que vemos sino lo que somos. Los seres humanos solo vemos lo que hay en nosotros. Si lo veo lo habito. Esto que hay, en este caso las características que surgen en este ejercicio, tiene muchas manifestaciones y el trabajo ahora es mirar cómo se manifiesta en ti/nosotras cada una de estas características.
A veces es muy claro. Yo soy evidentemente trabajadora. A veces se manifiesta como su polaridad (lo contrario). No creo que nadie me describiría como peligrosa (¡o quizá sí!). Con frecuencia las características que manifestamos como polaridades u opuestas están presentes para ayudarnos a no manifestar lo contrario. Un ejemplo sería si me muestro linda y protectora de los demás para que otros no se den cuenta de lo peligrosa que soy.
Este ejercicio requiere valor para hacerlo. El autoconocimiento requiere mucha honestidad y transparencia. Siempre es mejor hacer estos ejercicios en grupo, así no podemos “hacernos mensas”, pero por hoy veamos cómo nos va así, en privado. ¡Déjate sorprender!