Elsa Davila
Soy una persona a la que le apasiona la vida, disfrutar el momento, la familia, los amigos, la naturaleza. Disfruto con el alma un atardecer, poder sentir el aire, el agua, los rayos del sol, un abrazo, hasta el ronronear de mi gato. Soy mamá, esposa, hija, hermana, mujer, creadora y directora de Mi Espacio Yoga Saltillo. Instructora de yoga, meditación, terapeuta de reiki, kinesiología, armonización de chackras, sonoterapeuta a través de cuencos tibetanos y jicuri drum, terapeuta profesional en masaje ayurvédico, coach en aromaterapia, tallerista por más de 15 años.
Recuerdo que cuando era niña me encantaba jugar a pararme de manos, echarme marometas, hacer arco, split, admiraba a Nadia Comanecci. Me encantaba brincar de las bardas, andar en los techos de las casas, trepar árboles. Y no fue hasta hace poco que me di cuenta de que todos esos juegos de cuando era niña tienen una estrecha relación con mi profesión.
Practico yoga y meditación desde hace 15 años y comparto mi práctica desde hace 14. La práctica de Yoga ha sido para mi una puerta de expansión, en todos los sentidos, desde lo físico hasta lo mental, emocional y espiritual. El yoga me reconecta, me hace recordar quién soy en realidad, la sensación de felicidad se manifiesta en mi en cada clase, en cada postura, en cada respiración.
Jamás en mi vida pasó por mi mente que tendría una escuela de yoga y meditación, y menos dar terapias y todo eso. Pero la vida siempre te lleva a donde perteneces, si escuchas a tu corazón.
Mi Espacio Yoga Saltillo tiene su historia, algunos la conocen. Surgió a raíz de ciertas situaciones, de esas veces que la vida te empuja a crecer y desarrollarte, y más temprano que tarde se convirtió en mi pasión.
Mi intención es que cada persona que va a tomar clase o algún taller o terapia a Mi Espacio, viva realmente su espacio, se reconecte, se dé el regalo de sentir el momento, que salgan de la rutina, que sienta su respiración, pero sobre todo que se divierta. Estoy convencida de que entre más corazones felices haya en este planeta, la vida es mejor, para todos.
Al principio no fue fácil porque hace 15 años mis hijos estaban chicos y tenía que combinar casa, familia, actividades de la escuela de mis hijos, cursos, talleres, congresos y certificaciones. Hoy volteo hacia atrás y me pregunto ¿cómo le hice? Y me di cuenta de que cuando realmente quieres algo, desarrollas una voluntad que te impulsa a seguir. El interés y la curiosidad de descubrir más en mi área me motivaba, y esa motivación se convirtió en mi motor. Fueron tiempos de mucho trabajo no sólo físico, sino también mental y emocional.
Hoy agradezco a Dios, a la vida, a mi familia, mis ancestros, a mis amigos, a todos los que han formado parte de la gran familia de Mi Espacio. Agradezco todas las subidas y bajadas en mi camino, honró mi vida, mi historia, mi pasado, mi presente, cada mirada, cada abrazo compartido, cada lágrima y cada alegría, soy una mujer plena, completa, feliz, lista para seguir caminando en todo terreno, con la mirada en alto y un corazón sincero.