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Lactancia y desastres naturales: Entrevista a Olga Rosales Saade

Por Clara F. Zapata Tarrés / La Liga de la Leche A.C.

Amamantar a un bebé puede ser de las historias más maravillosas que una madre puede contar. Para ello, necesita tener alrededor de ella toda una red de apoyo que le de contención y la sostenga emocionalmente. Esa red, tribu, grupo, o cómo le queramos llamar, viene desde lo más privado -por ejemplo, de la pareja, la familia cercana, los amigos, etc.- pero, y más importante aún, del ámbito público. ¿A qué nos referimos con esto?, sin duda, cuando nuestro bebé ya está en casa con nosotros, necesitamos la cercanía de muchas personas que nos ayuden a caminar para aprender a ser madres y para amamantar. Así, este acto, ya no es una cuestión técnica de posturas, horarios y planificaciones: se convierte en un acto emocional en sí mismo.

Por otro lado, la arena pública, como ya lo recalqué, es sin duda alguna, un elemento de gran relevancia pues es ahí, en ese espacio, que muchas veces, encontramos obstáculos, amenazas y contradicciones. Así pues, cuando nos enfrentamos a un desastre natural como el que acabamos de presenciar en nuestro país, llegan esas amenazas hasta la puerta de nuestra casa, sin que las invitemos.

En este contexto, hace algunos días, algunas compañeras de La Liga de La Leche de México, decidieron aventurarse y entrarle con toda su valentía a algunos espacios donde muchas mujeres se encontraron frágiles y en un estado de precariedad e inseguridad donde la vulnerabilidad acepta lo violento que puede ser la vida.

Olga Rosales Saade, quien es Líder de La Liga de La Leche y además Consultora Certificada en Lactancia Materna (ICBLC- Internationally Certified Breastfeeding and Lactation Consultant por sus siglas en inglés) platica para NES su experiencia, descubriendo así, los detalles y recovecos que implica el tema de la lactancia vivida en el entorno de un desastre natural, en situaciones de emergencia.

Hola Olga, ¿quisieras presentarte?

Soy Olga Isabel Rosales Saade, madre de cuatro hijos y abuela de dos nietos, todos ellos amamantados. Estudié Ingeniería en Alimentos y me acredité hace 25 años como Líder de La Liga de La Leche y desde el 2011, soy IBCLC.

Nos podrías platicar ¿cómo surgió la iniciativa para ir a apoyar a las madres que están en una situación vulnerable y qué actividades realizaron con tus compañeras?

Debido al terremoto del 7 de septiembre en el Istmo de Oaxaca, en Juchitán y sus alrededores, la sociedad empezó a donar. Vi un letrero del DIF Coahuila que pedía fórmula entre todos los donativos. Otras líderes de otros estados, también empezaron a ver lo mismo. Esto nos alertó muchísimo ya que la fórmula, en esos lugares donde la mayoría amamanta, iba a causar estragos en la lactancia y en los niños. En crisis y emergencias, amamantar salva vidas. Entonces, decidimos hacer una carta para pedir al DIF nacional y DIF Oaxaca, para recomendar que no pidieran fórmulas para bebés; que si había niños que requerían fórmula, se tendría que comprar, pero no pedir donativos de fórmula indiscriminadamente, y sobre todo, no dárselas a las madres que estaban amamantando exclusivamente. Vimos muchas instituciones que empezaron a pedir, en las redes sociales también muchas madres pidiendo fórmulas para niños de Juchitán diciendo que a muchas madres se les había ido la leche. Empezó a haber una serie impresionante de peticiones de fórmula para los bebés de Oaxaca. Ante la situacion decidí convocar a las compañeras de La Liga de La Leche, para que un equipo fuera a ayudar, a concientizar, y sobre todo apoyar a las madres en los albergues y los lugares donde estaban las madres afectadas. Empezamos a buscar la manera de llegar allá, buscamos fondos y patrocinios.

Preparamos carteles y difundimos información referente a que su leche no se iba, que siguieran amamantando, que no les iba a hacer daño, y sobre todo para salvaguardar la salud de sus bebés. Hicimos esto para contrarrestar un poco las peticiones de la necesidad de fórmula que ya estaba en todos lados, redes sociales, televisión, etc.

Todo empezó a ir muy lento y cada vez veíamos más anuncios pidiendo fórmula. Incluso, la Cruz Roja, comenzó también a pedir. Véronique, Líder de Nuevo León y yo, decidimos ir mientras que se lograba reunir el dinero necesario. Éramos 4 las interesadas en ir a Juchitán. No había ningún hotel disponible. Conseguimos una palapa donde dormir, porque todos dormían a la intemperie. Una mujer que contactamos nos ofreció dos hamacas. Así que preparamos todo para ir y el 19 de septiembre yo tenía mi salida a la Ciudad de México, iba a dormir con mi hijo y al otro día iba a salir a Oaxaca. No pudimos salir por el nuevo sismo y además vimos que el clima no era favorable, había mucha lluvia y tormentas eléctricas y cancelamos el viaje, por nuestra seguridad. Con el temblor vimos que las zonas afectadas ya también eran Puebla, Ciudad de México y Morelos. Todas eran zonas de desastre y contingencia.

¿Por qué decidieron ir a Morelos y qué encontraron ahí?

En Morelos viven dos de nuestras compañeras (Guille Vázquez y Lourdes Bravo) y nos ofrecieron hospedaje en su casa y acompañarnos en la misión. Decidimos ir hacia allá Blanca Reyes de Celaya y yo para apoyar a las mamás. Salimos el martes 26 y en la mañana empezamos nuestra misión.

 

En resumen, visitamos las comunidades más afectadas, buscamos madres que amamantan y embarazadas. Muchas mujeres estaban durmiendo en casas de campaña en la calle en Jojutla. Visitamos albergues y centros de acopio, también tuvimos grupos de apoyo. Vi que los albergues de la Sedena  eran muy ordenados y muy limpios. Por ejemplo en uno no usaban desechables, ahí mismo lavaban los platos; porque también se está generando mucha basura con tanto desechable y botellas de agua purificada…

¿Qué fue lo que más te impactó?

Lo que más nos impacto fue que en los pueblos más pequeños, todavía las mujeres habían estado amamantando exclusivamente pero cuando empezaron a llegar las donaciones de fórmula, ellas comenzaron a dar fórmula. Eran muy pocas las mujeres que habían usado fórmula. Platicamos con ellas sobre los riesgos de la alimentación con biberón y algunas pocas ya no amamantaban. Muchas de ellas daban lactancia mixta. Y pues bueno, la lactancia mixta también es peligrosa, ya empezaban a enfermar los bebés de diarrea e infecciones respiratorias. Es preferible en estos casos de emergencia y crisis, que sea lactancia exclusiva, entonces tratamos de dar información y ayudar a estas madres, para crear conciencia y empoderarlas de su capacidad de amamantar y dar leche. Fueron días pesados. Dormíamos en Cuernavaca y salíamos a las poblaciones. Conseguíamos apoyo de algunas personas para que nos llevaran en auto. Nos recibieron en cada lugar muy bien, la gente está agradecida por tanta ayuda.

Nos dio muchísimo gusto conocer a madres que amamantaban exclusivamente con leche materna a sus bebés. Al reunirnos en grupo de apoyo, las madres se abrían poco a poquito para narrar y expresar lo que sucedió el día del temblor, donde estaban, qué hicieron. Esto sirvió mucho para que ellas sacaran toda esa angustia que traían. Creo que ayudó muchísimo porque en dos lugares animamos a que siguieran reuniéndose las mujeres para apoyarse, para hacer tribu. También, en un albergue estuvieron algunas parejas, eso nos dio mucho gusto porque estaban muy interesados y participaban.

¿Cuáles son las principales dificultades que observaste durante las visitas que hicieron a las comunidades y albergues?

Las recomendaciones internacionales, en tiempos de crisis, para las madres y los bebés es que estén reunidas, en lugares cómodos, intentar juntarlas para que entre ellas mismas se apoyen. Y la verdad no, nunca las habían juntado. Algunas solamente iban por su dotación. Por lo tanto, la primera dificultad está en los albergues. Juntan a todas las personas en una explanada con techo o cada familia en casa de campaña particulares… Lo que más nos preocupó e impactó fue que a todas las madres con bebé, sin excepción les daban lo mismo. Consistía en una bolsa de pañales, toallitas, biberones, leche de fórmula. Esa es una tentación muy grande para las madres porque pueden pensar que les bajó su producción y que la fórmula les iba a ayudar a dormir más en las noches. Entonces vimos que en algunos lugares no había agua y para lavar los biberones. No son las condiciones deseadas. Cómo podían tener medidas de higiene. Vimos biberones remojándose en un lavadero… no me imagino cómo le hacían para lavarlos en esas condiciones.

¿Cuáles son las conclusiones que nos puedes dar de la visita que ustedes hicieron a Morelos? 

En este desastre tuvimos muchas cosas positivas, por ejemplo, que nos uniéramos muchas organizaciones para proteger la lactancia materna. Hay un comunicado que se hizo al público en general para que no donaran fórmula. También se hizo una carta para el Secretario de salud, para protección civil, a nivel nacional y creo que esto va a dejar un precedente. Nos vamos a tener que preparar, además la emergencia no ha terminado. Esto va a tardar meses o años en lo que se reconstruyen las casas y hogares de tantas personas que se quedaron sin ellas.

Necesitamos pensar en la lactancia en tiempos de crisis, sí hace la diferencia en la salud de los niños y niñas. Ya hay una guía para proteger la lactancia en emergencias, ya que salva vidas. No estamos inventando el hilo negro. Hay que seguirla. Necesitamos una política y programas apropiados para proteger la lactancia materna en tiempo de crisis…

Aprendí que las madres somos maternales, ante el temblor todas las que vimos sin excepción corrieron a buscar a sus hijos y a los que tenían cerca los abrazaron. Que la sociedad civil puede trabajar a favor de la lactancia solo se requiere estar sensibilizado e informado. ¡Amamantar es responsabilidad de todos! 

Muchas gracias querida Olga…

Bibliografía importante:

http://www.llli.org/spanish_emergency_info

https://laligadelaleche.org.mx/

https://laligadelaleche.org.mx/vive-amamanta-2017/

Las madres que amamantan en situaciones de riesgo como en los desastres naturales pueden seguir haciéndolo. El susto o el miedo, por ejemplo,  no son un impedimento para hacerlo.

Clara Zapata: Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.
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