Por Laura Prieto
Estás embarazada y tal vez quieres recordar este momento especial con un tatuaje, si acudes a un estudio profesional de tatuajes, tu artista te dirá que no es posible tatuarte en esta etapa, médicamente no se recomienda, y en México la Secretaria de Salud nos prohíbe a nosotros, trabajadores de la tinta, tatuar a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pero ¿por qué?
El tatuaje es un procedimiento invasivo, en el que se usan agujas y se corta la barrera protectora del cuerpo, la piel, el uso de material inadecuado puede contagiarte de hepatitis B, VIH o tétanos. Aunque el material que se usa hoy en día ya se vende esterilizado y empaquetado. individualmente, no podemos correr el riesgo de afectar la salud de la madre y la del bebé. Aún no se tienen estudios concluyentes acerca del uso de los colorantes de las tintas, no se sabe de qué forma pueden afectar la salud de la gestante ni la del bebé. En lo personal he visto situaciones en que después de años la tinta causa alergias e irritaciones.
En el embarazo somos más propensas a irritaciones en la piel, sarpullidos y comezones, un tatuaje en este momento de tu vida no es la mejor idea. Además, el sistema inmune está concentrado en proteger al bebé, la mujer es más susceptible a resfriados, infecciones estomacales, etc. Imaginen lo que puede pasar con un tatuaje, que es un proceso que deja una herida abierta.
Si aún tienes la tentación de celebrar con un tatuaje existen opciones que si puedo recomendar, como el body painting o los tatuajes de henna natural, en ambos casos se debe revisar que las tintas usadas sean libres de tóxicos. En el caso de la henna, se debe usar la henna natural que proviene de una raíz, ésta pigmenta en tonos rojizos, cafés, sepia o ladrillo. Jamás una henna natural pigmenta negro, la “henna” que pinta negro no es segura, ni para gente no embarazada, mucho menos para alguien en estado de gravidez. La “henna” negra contiene un para-fenilediamina (PPD), causa quemaduras, ampollas y diversas reacciones que pueden durar meses o intensificarse con el sol.
En conclusión, hacerse un tatuaje permanente durante el embarazo no se recomienda y además está prohibido realizarlo, ¡cuídate al máximo en esta vulnerable etapa!