Ayudar a la nueva mamá con las tareas cotidianas tiene un gran poder de sanación para la madre y su cría.
Por Kim Dewey
Antiguamente la mujer vivía en tribu o comunidad y cuando la mujer daba a luz la familia y las mujeres cercanas se ocupaban de la mujer recién parida para que ella se recuperara y pudiera vivir esos primeros meses íntimamente con su bebé. La famosa cuarentena. Hoy ya no es tan así, son la minoría las mujeres que tienen este tipo de apoyo y contención profunda. La mayoría malabareamos los días post parto. Pero la buena noticia es que todas podemos hacer algo para volver a ser ese apoyo fuerte de una nueva mamá. De hecho, es muy fácil. Simplemente ayudar a la nueva mamá con las tareas cotidianas tiene un gran poder de sanación para la madre y su cría. El solo hecho de acompañar y apoyar a la mujer en el día a día postparto es tan sagrado como ordinario y le permite a la nueva mamá desconectar un poco del mundo “real” para recuperarse física, mental y energéticamente y así dedicarse 100% a su bebé en todos los sentidos. Es durante esa pequeña ventana de tiempo, esos primeros días y semanas después del parto que el bebé necesita a su mamá disponible para él o ella todo el tiempo, y sabemos que cuando la mamá se siente bien, su bebé estará bien y esto tendrá un impacto positivo por el resto de sus vidas.
Aquí 6 formas de ser tribu y acompañar a la nueva mamá en tiempos modernos:
- Comida casera y nutritiva
Ninguna mamá quiere ni tiene la energía para planear las comidas del día y mucho menos ponerse a cocinar. Claro, lo hace si no tiene otra opción, pero si le llevas a su casa un caldo de verdura, un guiso casero, una ensalada fresca o un arroz recién hecho te lo va a agradecer con todo el corazón. Llévale comida lista para comer o para congelar y tener de “stock”. El alimento rico y sano es esencial para su bienestar y de su bebé.
- Limpieza de la casa
Mientras la mamá está sumergida dedicada a su bebé, el mundo exterior sigue: trastes, ropa sucia y polvo se sigue acumulando. Quizá tenga ayuda, quizá no o a lo mejor necesita ayuda el fin de semana para poner un poco de orden en su casa, de cualquier forma “darle una mano” para ordenar su casa siempre le vendrá bien.
- Hacer el super por ella
¿Vas al super hacer tus compras? Dale una llamada a la nueva mamá y preguntarle si necesita que le lleves las compras de la semana o si hay algo en particular que le haga falta: ¿bolsas de basura?, ¿pan?, ¿fruta?, ¿pañales? No te lleva más que pasar a casa de la nueva mamá a dejárselo.
- Compañía
La maternidad es difícil, en soledad lo es aún más. Tenemos el chip para conectar, para acompañar, así que cuando una mamá está sola con su crío se crea una especie de vacío, un hueco que por miles de años fue ocupado por la tribu que hoy no existe.
Llámala antes de visitarla, aunque sea por poco tiempo, en una visita corta puedes cargar un poco al recién nacido para que la mamá se dé un baño, cocinar algo en su casa mientras charlan o llevar té para compartir y platicar.
- Ayuda con los hermanitos
Si la mamá tiene más hijos pequeños ofrece llevártelos por una tarde o un par de horas. Sabemos que es difícil para todos el reajuste de tiempo y rutinas cuando aparece un nuevo hermanito, especialmente para los hermanos mayores y durante las primeras semanas cuando la mamá necesita mucha dedicación para el recién llegado. ¡Ayudar con los hermanitos siempre le viene bien a la mamá y a toda la familia! Esto es ideal si tu como amiga o familiar tienes hijos más o menos de la misma edad.
- Baño de hierbas y recuento del parto
Dos rituales para compartir con la nueva mamá, especialmente si es alguien cercana a ti. Esto debería ser un “must” para todas las madres: 1. Si tiene bañera prepárale un baño con hierbas relajantes que además se puede compartir con el bebé. Otra opción es un baño de asiento para la madre que se puede hacer en una palangana o cubeta grande. 2. Platicar del parto, solo si la mamá quiere y se siente lista para hacerlo. Si tuvo una bonita experiencia, recordar detalles y compartir es una forma de honrar, revivir y “cerrar” el ciclo, pero también es una forma de sanar cuando se vivió una experiencia de parto difícil.
Me imagino cada vez a más mujeres llevando estos regalos a las nuevas mamás, acompañando nutriendo y cuidando a las cuidadoras. No importa si vivimos en medio de la gran ciudad y a toda velocidad, siempre hay pequeñas formas acompañar. Por mi parte, a partir de este embarazo y parto, es algo que tendré siempre en cuenta y llevaré a la práctica.