Crecimos desconectadas de nuestro cuerpo y ciclos, que se nos ha enseñado que el dolor se debe evitar a toda costa, y que el embarazo es casi casi una enfermedad.
Por Kim Dewey
Quisiera decir que tener un parto en casa es tan simple como confiar en la sabiduría del cuerpo, rodearnos de las personas adecuadas y entregarse. Fin. La realidad es que somos una generación que crecimos desconectadas de nuestro cuerpo y ciclos, que se nos ha enseñado que el dolor se debe evitar a toda costa, y que el embarazo es casi casi una enfermedad que es necesario atenderlo en el hospital para “aliviarnos”.
Así que para cambiar la forma como parimos necesitamos despertar, recordar, volver a confiar. ¿Cómo? Cuestionando, investigando, compartiendo, tomando el asunto en nuestras propias manos porque nadie lo hará por nosotras. Toda mujer sana con un embarazo sano “de bajo riesgo” puede tener un parto en casa tomando en cuenta las medidas y cuidados correspondientes (tema para otra ocasión). Hoy desde mi experiencia de dos partos caseros planificados acompañada por parteras, esto es lo que puedo decirle a cualquier mujer que quiera tener un parto en casa:
- Elige un equipo de profesionales en quien confíes y apoyen 100% en tu decisión.
Como leí hace poco en un post acerca de la importancia del equipo que elijas al momento de planear tu parto: “be picky as hell”, osea, sé exageradamente selectiva y exigente. No trates de convencer a tu obstetra de que quieres un parto natural o del por qué quieres parir en casa. No importa si es el doctor que te han recomendado o con el que van todas tus amigas, no gastes energía en ello. Siempre puedes cambiar de doctor y buscar otras opciones. Mi recomendación: directamente busca una partera y un obstetra pro-parto. Busca conectar de humano a humano, el parto es un evento íntimo y familiar, es esencial tener a tu lado a alguien con quien te sientas cómoda y en plena confianza.
- Prepárate y aprende acerca de la fisiología del embarazo y nacimiento.
Durante el embarazo dedicamos más tiempo a la organización de baby shower y a las compras para el bebé que a realmente conocer la magia del cuerpo, los cambios que van ocurriendo y la perfecta sincronía de eventos que ocurren cuando confiamos y dejamos que el cuerpo haga lo que sabe hacer. Dedica el tiempo y espacio necesario para conectar con tu bebé, conocer profundamente tu útero, tu placenta, tus hormonas y los tiempos y sabiduría de tu cuerpo. Mi recomendación es asistir a un curso de preparación para el parto con doulas o parteras. Esto te dará conocimiento, opciones, poder y libertad para tomar decisiones conscientemente.
- Integra a tu pareja.
Lo ideal es que vayan juntos al curso de preparación para el parto. La pareja es un gran acompañante y aliado en un parto en casa. Se convertirá en tu guardián, sostén, masajista, administrador de logística y tu voz si es necesario. Platiquen mucho, resuelvan dudas juntos, compartan con otras parejas. Mujeres solteras muchas veces son acompañadas por una amiga cercana o doula.
- Comparte con mujeres que hayan tenido la experiencia de un parto en casa.
Según Hollywood todas la mujeres paren acostadas gritando en un cuarto de hospital o reciben a su bebé un quirófano. Todo es válido y hay lugar para todo. Pero si quieres conocer otra forma de dar a luz, comparte con mujeres y familias que han parido en casa. Escucha sus experiencias e historias, pregúntales todo lo que se te ocurra. Platica también con mujeres que planearon tener un parto en casa aunque al final se haya decidido hacer traslado a un hospital. Acércate a parteras y médicos que atienden partos domiciliarios, conoce su visión y forma de trabajo con las mujeres y familias, es todo un mundo nuevo de posibilidades.
- Explora tus dudas, miedos y creencias en torno al parto/embarazo/maternidad.
Lo he escuchado de diferentes parteras con muchos años de experiencia atendiendo a mujeres en casa: miedos, heridas y dudas en torno al parto/embarazo/maternidad salen consciente o inconscientemente en el momento del parto. Estos issues o temas se pueden ver reflejados, por ejemplo, en un bebé “atravesado” o mal acomodado, en una mujer que no dilata o en un trabajo de parto que de pronto se detiene. Así que lo mejor es reconocerlos y atenderlos durante el embarazo (o si es antes ¡mucho mejor!). Igual de importante es compartirlos con tu doula, partera u obstetra así ella o el tendrá más herramientas para acompañarte mejor.
- Conoce acerca de tu nacimiento, el nacimiento/partos de tu madre y abuela materna.
¿Sabes cómo naciste? Si tienes hermanos, ¿cómo fueron los embarazos y partos de tu mamá?, ¿sabes algo acerca de los partos de tu abuela materna? Esta información, si la tomamos desde la consciencia, honrando las experiencias de cada una de las mujeres que la vivieron puede liberar expectativas y dar oportunidad de romper patrones y crear un nuevo camino. De igual forma puede ser aliada para tomar fuerza y confianza al conectar con tu linaje materno. Muchas de nuestras abuelas ¡todavía dieron a luz en casa!
- Elige a consciencia quién quieres que esté presente en tu parto.
Durante el trabajo de parto la mujer se encuentra en un estado de completa vulnerabilidad. Cualquier tipo de presión, nerviosismo, inquietud o miedo de cualquiera de las personas presentes puede tener un fuerte efecto en el estado de anímico de la mujer y en cómo evolucione el parto. Toma en cuenta que en un parto en casa tiene mucho de soltar el control y no todo el mundo está preparado para ello.
- Haz un “plan B”.
En una mujer sana y un embarazo sano las posibilidades de necesitar un traslado a un hospital son mínimas y es una decisión consciente que se toma con tiempo por parte de la mujer y el equipo de salud. Tener un “plan B” cubre esa posibilidad y brinda tranquilidad a todos. El plan B es tener transporte disponible, saber a qué hospital ir si es necesario y tener un obstetra disponible (en caso de ser acompañada por parteras). No le des muchas vueltas, prepara tu plan B, suelta y enfócate en el parto que quieres.
- Entrégate completamente.
Puedes llenar de velitas tu casa, vestirte de blanco, recitar mantras y tener el parto perfecto en tu mente. La realidad es que cada parto/nacimiento es un misterio. Suelta y entrégate. Dar a luz será lo más crudo, instintivo e intenso que harás en tu vida. Parir duele (mucho o poco según cada mujer, en mi experiencia un chi%$) vas a gritar, cantar o gemir, vas abrazar o estrujar a tu pareja, vas a vomitar, vas a llorar. Probablemente dudes de tu decisión y sientas que no puedes más. Así es dar a luz, entrega total y ¡magia pura!
- Confía.
Tú sabes parir y tu bebé sabe nacer. Confía en tu intuición, en tu cuerpo y en tu bebé. Nadie mejor que tú sabe lo que tú y tu bebé necesitan. Tú y tu bebé son los protagonistas de esta aventura.
Aidee
Buenas tardes en México donde livsluzo perreras a domicilio