Por Laura Carrillo
La navidad hoy en día es un recurso no sólo romántico para unir a la familia, también es una estrategia que los centros comerciales utilizan para poner atractivas muchas cosas, y sobre todo, vendernos la idea de que lo necesitamos. Así como nosotros tenemos que lidiar con la idea de no caer en la tentación de comprar productos milagro, o artículos que sólo serán apilados en nuestras alacenas, con los niños ocurre lo mismo. Y más aún si ven televisión, ya que están expuestos a ver todos los comerciales que venden la idea de esa necesidad.
Pero aunque tus hijos no vean tele, es seguro que al llegar al centro comercial, incluso en el área de comida, encontrarán juguetes. Así que conozco esa sensación que recorre el cuerpo cuando piensas en ir como familia a hacer las compras.
Para mí y mi familia, ir a comprar la despensa semanal, es una actividad que nos encanta. Así que hay muchas escenas que me han tocado observar y también vivir cuando un niño desea tener un juguete. Y el día de hoy realizaré una lista de las opciones que me han sido útiles para resolver esas situaciones de salir en familia a realizar compras, y sobre todo, en esta época navideña.
- Anticípate. Para lograr este objetivo será necesario que en familia realicen la lista de las compras que realizarán, y desde ese momento podrán tener claro qué productos son los que comprarán. Así que hay que tratar de implementar un sistema, para tener presente lo que realmente necesitamos, para no salir con “antojos” que, como adultos, y también los niños, nos surgen al recorrer el centro comercial.
- Sé creativo. Antes de subirse al carro, recuérdales lo que están por hacer y pídeles su colaboración, pero nómbralos encargados especiales. Y trata de hacer del recorrido en el súper mercado, algo divertido. Por ejemplo, El encargado de la lista, el encargado de colocar los productos en el carrito, el encargado del busca y encuentra, etc.
- Conéctate. Cuando uno de tus hijos, o todos, al mismo tiempo. Comienzan a exigir o suplicar un “antojo”, respira profundo antes de dar tu respuesta y en seguida, recuérdale el plan que juntos armaron. Ejemplo: Mi amor, comprendo cómo debes sentirte, porque ese juguete parece ser muy divertido; sin embargo, (y en tono de pregunta) ¿recuerdas a qué vinimos? Espera su respuesta. – Lamento mucho, pero ya tendremos oportunidad otro día de comprar un juguete.
- Aplica el PA “Plan Alternativo”. Si el deseo de tu hijo parece ser muy fuerte, ayúdalo a que se enfoque en soluciones. ¿Qué podrías hacer para comprarte ese juguete?, o bien, ayúdalo a que trabaje en su tolerancia a la frustración, postergando el momento de tener aquello que desea. En esta época navideña, a mí me ha funcionado desde hace algunos años, que cuando mi hijo ve algo que le encanta, toma entre sus manos el juguete y posa para una fotografía. Después, él ve todas esas fotos que durante meses ha ido acumulando para que el día de navidad o reyes, elija el regalo más “padrísimo”. En todas las ocasiones que él elije juguetes para tomarse fotos, le acompaño en su sentimiento, reconociendo que el juguete sí es la “octava maravilla”, por supuesto, que él generalmente trata de convencerme de que lo llevemos en ese momento, pero simplemente, el papel que los padres debemos desempeñar es el de ser consecuentes con lo antes dicho.
- Si por algún motivo, al hacer lo antes dicho, aún tienes dificultades para que tu(s) hijo(s) logre(n) calmarse y seguir adelante, tendrás que ser tú quien continué avanzando. Así que puede ser momento para un abrazo y seguir caminando lejos del objeto que perturba su calma.
El efecto de ser consecuente; es decir, cumplir lo antes dicho, te va dando la credibilidad; así los niños no pondrán en duda tus palabras. Y además, si logras involucrarlos de manera activa, lograrás desarrollar muchas habilidades en tus hijos: reconocer diversos grupos de alimentos, conocer el valor del dinero, hacer cuentas matemáticas, reconocer colores, olores, sabores, aprender sobre cómo utilizar eficientemente el tiempo, comprender qué es realmente una necesidad, y creo yo, que lo más importante, que tenemos muchas oportunidades para pasar tiempo con nuestros hijos y estar presentes incluso en las cosas cotidianas.
Te deseo mucho éxito en las semanas restantes del año. A continuar haciendo cierres para empezar un año con mucha buena vibra.