Por Dennis Charles
El apego es el vínculo afectivo que desarrolla un bebé con sus padres y que le proporciona seguridad emocional para un buen desarrollo de la personalidad. El psicólogo John Bowly formuló la Teoría del apego en la cual establece que, la respuesta que tienen los padres hacia las necesidades del bebé determina sus estados de seguridad, ansiedad o temor. Según esta teoría; un bebé nace con un repertorio de conductas las cuales tienen como finalidad el producir respuestas en los padres; por ejemplo, las sonrisas, el balbuceo, el llanto y pedir los brazos. Estas conductas son estrategias que tiene un bebé para poder vincularse afectivamente con sus cuidadores.
Un apego seguro se desarrolla cuando los padres responden de manera inmediata a las necesidades del bebé, demostrando amor, protección y atención. Esto permitirá a los bebés desarrollar un concepto positivo de sí mismo y confiar en sus cuidadores; lo que les permitirá convertirse en adultos seguros, estables y capaces de relacionarse adecuadamente con los demás y con una creencia de que el mundo es un lugar seguro para vivir. Un inadecuado establecimiento de un vínculo seguro en la infancia puede conllevar a dificultades psicológicas.
La crianza con apego se basa en los principios de la Teoría del apego; la cual afirma que el niño tiene una tendencia a buscar la cercanía de sus padres para sentirse seguro; una privación materna, según la teoría de Bowlby, puede causar en los niños depresión, hostilidad e incapacidad para establecer relaciones saludables en la adultez.
Existen muchas prácticas para la crianza con apego, las cuáles inician desde una preparación para el parto en donde desde el embarazo los padres inician un vínculo emocional con los bebés. Después del nacimiento la lactancia materna favorece este vínculo con la madre; otras prácticas de crianza con apego son el cargar constantemente al bebé evitando separaciones prolongadas y frecuentes y llevar a cabo una disciplina positiva en donde se respeten y validen las emociones del niño.