Por Laura Prieto
Los tatuajes nunca pasan de moda, pero hoy en día parece que han tenido un crecimiento gigante. No es raro ver actrices, cantantes, estrellas de futbol, tapizados de tatuajes, y tal vez tú, eres de ese porcentaje de la población que aún no tiene uno. Estás considerando hacerte tu primer diseño, pero aún te asaltan muchas dudas. Es normal, la lista es muy larga y hoy te hablaré acerca de la depilación láser y los tatuajes, ¿son compatibles?
Los tatuajes recién hechos que vemos en las redes sociales lucen brillantes y sin vellos, tal vez pocas veces nos hemos detenido a pensar en eso, pero es un punto muy importante. Al realizar un tatuaje, antes de empezar, el área se sanitiza, esto incluye rasurar la zona, por eso siempre vemos tatuajes tersos y libres de vello.
El láser sobre la piel, en un inicio fue pensado para la eliminación de tatuajes, se observó que se eliminaba el vello de la misma manera y su uso se derivó para la depilación definitiva. Si te has sometido a un tratamiento láser y han pasado al menos un par de meses del final del procedimiento, no tendrás problemas con tatuarte. Por otro lado, si ya tienes un tatuaje y estás considerando la depilación definitiva, el área tatuada no se podrá depilar, esto debido a que el láser actúa con calor que destruye los folículos pilosos, el calor activa la pigmentación obscura de la melanina de la piel, entonces al pasar el láser por un tatuaje, éste será detectado como color obscuro, calentando la tinta y quemando la piel, borrando colores y ocasionando lesiones nada agradables.
La depilación láser y los tatuajes no son incompatibles, si decides depilarte después de tatuarte, en la clínica de depilación tan solo cubrirán el área del tatuaje y pasarán el láser alrededor, evidentemente el vello seguirá creciendo sobre el tatuaje, así que podrás optar por el rastrillo, las ceras o maquinas rasuradoras para eliminar el vello. Aclarado esto, si es el primer tattoo y no tienes urgencia de hacerlo, debes de planear tu tatuaje para después de depilarte o, si ya tienes uno, aceptar que los vellitos encima de tu tatuaje te acompañarán para siempre, y pensándolo bien, no es tan malo. No estás sola.