Seguramente has escuchado hablar de las endorfinas y sus efectos en el ser humano.
Por Mayte Cepeda
A secas y así muy breve, el término endorfina, según la Real Academia Española refiere a una sustancia peptídica producida en forma natural en el encéfalo, que bloquea la sensación de dolor y está relacionada con las respuestas emocionales placenteras. Ahora descifremos bien en qué consiste esto:
En principio, se trata de una hormona que funciona como un neurotransmisor, es decir, que transmite información de una neurona a otra. Además, la forma en que trabaja ese neurotransmisor es similar a la de una droga, ya que genera una sensación similar a la que produce el opio, presente en la morfina y heroína, es decir, inhiben las sensaciones de dolor, crean sensaciones de placer, felicidad y aumentan las ganas de disfrutar y vivir en plenitud.
Pero, ¿porqué generan estas sensaciones las endorfinas?
El cuerpo humano es una perfecta y magnífica máquina capaz de crear inimaginables efectos en nuestro organismo, ya sean positivos o negativos, como resultado del trato que le demos. Es como una respuesta o recompensa que recibimos, dependiendo cómo nos portemos con él (con nuestro cuerpo).
Por ejemplo, si comemos chatarra, tenemos malos hábitos, falta de interés en nuestra salud y apariencia, poca convivencia social y aparte somos muy sedentarios, la producción de endorfinas será muy mediocre.
Por el contrario, cuando ponemos a trabajar nuestra mente visualizando escenarios en los que estamos bien, contentas y plenas con lo que tenemos y somos, hacemos cosas que nos gustan y nutren nuestro espíritu, nos rodeamos de gente afín a la manera en que somos y pensamos, tenemos relaciones con nuestra pareja, procuramos un estilo de vida sano, hacemos ejercicio, etcétera; es ahí donde hay una producción bastante satisfactoria de endorfinas que nos hacen sentir felices, sanas y en las nubes, y todo esto como una auto recompensa por ser y actuar así.
Una actividad física que por excelencia nos ayuda a reunir cuerpo, mente y espíritu en uno solo es el yoga, ya lo sabes y ya te lo he dicho un montón de veces. Ahora bien, ¡imagínate potencializar los efectos positivos de una práctica de yoga, si le agregas el elemento súper importante de realizarla junto con tu pareja!
El yoga en parejas es una excelente oportunidad y pretexto para experimentar una actividad que puedes realizar junto con esa persona especial, ya que involucras muchos aspectos positivos en la misma, como el fortalecer la confianza mutua, pues si tu pareja te está ayudando a realizar una postura de equilibrio o balance, o te está cargando, automáticamente depositas tu confianza en esa persona y te dejas llevar por los efectos y beneficios de la postura; estrecha los lazos energéticos, ya que se da una conexión similar a la que se genera cuando estás en la intimidad, estimulamos el balance energético y las tendencias positivas de cada chakra; te enseñas a disfrutar y soltar penas y miedos, se fortalece mucho la comunicación en pareja y de pasada, te ayuda a realizar posturas que tal vez tu sola no puedes hacer.
Estas fechas románticas resultan muy ad hoc para usarlas como el perfecto pretexto de darte la oportunidad de aumentar las sensaciones de placer y felicidad en ti. Toma dos tapetes de yoga, ve por tu pareja y jueguen a realizar posturas de yoga ayudándose y divirtiéndose juntos. Te garantizo un aumento considerable en la producción de endorfinas que te dejarán muy feliz y plena. ¡Namasté!
P.D. La pareja no necesariamente es tu compañero (a) sentimental. Pueden ser tus hijos, padres, hermanos, amigos, etcétera!
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