Por Lorena Salas
Hoy he decidido permitirme estar de otra manera: feliz y merecedora de amor, viendo por mí misma y arrastrando mis miedos conmigo para mostrarme ante el mundo, y ¿tú qué has pedido para ti este año? Más que propósitos deberíamos enfocarnos primero en nuestros deseos para poder cumplirlos. ¿De qué nos sirve fijarnos una meta inalcanzable si no vemos primero lo que necesitamos realmente para avanzar?
Para poder atraer lo que quiero necesito primero escribirlo, decirlo y creerlo, gritarlo si es posible, sólo de este modo podré reafirmar mis deseos al Universo entero y así podré ir trazando un camino hacia mi crecimiento interior logrando como resultado mi propia felicidad y trascendencia.
¿Es tan difícil pedir amor? Muchas veces sí y sentimos la culpa de actuar un tanto egoístas, pero en realidad el amor no se pide ni se “compra”, sólo se atrae en la medida en que nos amamos y aceptamos a nosotros mismos y entregamos el amor verdadero a quienes nos rodean, entonces así llega el amor a nuestras vidas, sin pedirlo ni buscarlo, sólo aceptándolo y mereciéndolo.
“Merezco ser amada y vista ante el mundo”, más que una frase de afirmación, lo nombro mi propio decreto para recibir el amor que merezco y jalando conmigo mis miedos, falsas creencias y dudas para mostrar todo lo que soy capaz de hacer, todo lo que había creído que estaba olvidado, toda mi esencia en todo su esplendor.
Louis L. Hay en su libro “Tú puedes sanar tu vida”, nos menciona algunas frases de afirmación que nos ayudan a recordarnos continuamente quiénes somos y lo que merecemos:
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
La Divinidad siempre me guía y me protege. No corro peligro al mirar dentro de mi.
No corro peligro al evocar el pasado.
No corro peligro si amplio mi visión de la vida.
Soy mucho más que mi personalidad, pasada, presente o futura.
Opto ahora por elevarme por encima de mis problemas de personalidad para reconocer la magnificencia de mi ser.
Estoy totalmente en disposición de aprender a amarme.
Todo está bien en mi mundo.
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
El pasado no tiene poder sobre mí porque me dispongo a aprender y a cambiar.
Veo el pasado como algo necesario para llegar a donde hoy estoy.
Me dispongo a empezar, desde donde me encuentro ahora, a limpiar las habitaciones de mi casa mental.
Me fascina estar en mitad de esta aventura, porque sé que nunca volveré a pasar por esta experiencia.
Me dispongo a liberarme.
Ya no escojo creer en las viejas limitaciones y carencias.
Ahora opto por empezar a verme como el Universo me ve, perfecto, completo y entero.
La verdad de mi Ser es que fui creado perfecto, completo y entero.
Ahora soy perfecto, completo y entero, y seré siempre perfecto, completo y entero.
Ahora elijo vivir mi vida en función de esto que entiendo.
Todas las resistencias que llevo dentro de mí, las veo sólo como algo a lo que he de renunciar.
No tienen poder sobre mí, porque el poder en mi mundo soy yo.
Como mejor puedo, me adapto a los cambios que se producen en mi vida.
Me apruebo y apruebo la forma en que estoy cambiando.
Estoy haciendo todo lo que puedo, y cada día es más fácil.
Con júbilo sigo el ritmo y la fluencia eternos de los cambios en mi vida.
Hoy es un día maravilloso, porque yo decido hacerlo así.
“Si no aceptamos la idea de que “merecemos” prosperar, entonces, aun cuando los dones nos lluevan, encontraremos la manera de rechazarlos. Lo único que nos limita es nuestra propia creencia en las carencias y limitaciones. A usted, ¿qué creencia lo está limitando?”. (Hay L. Louis. P.51-52. Tu puedes sanar tu vida)
Quitarnos de creencias, desapegos y limitaciones, así como entender el poder que ejercen nuestras palabras en nuestra mente y cuerpo, son sólo algunos pasos para seguir adelante y sentir que somos merecedores de todo lo que el mundo entero tiene para darnos, dependerá de cada uno el cómo lo recibe.
Extraído de nuestra revista impresa No9