Por Liliana Mendoza
El comienzo de este 2018 ha sido muy significativo para mi, espero que para ti también. Ha llegado lleno de cosas nuevas y buenas para mi vida, principalmente el haberme hecho responsable de mis acciones y pensamientos.
Cuando eres mamá y estás a cargo totalmente de tus hijos, la vida en general pesa, te invanden sentimientos de culpabilidad, y más que rencores con otras personas es un rencor contigo, por haber permitido tanto daño.
Ahora entiendo o trato de hacerlo (es un trabajo constante) que hasta cierto punto uno eligió esta circunstancia y no queda más que asumirla, abrazarla y vivirla.
Por un lado, tratamos de estar bien, por otro existe esa presión social, muy retrógrada, de que las madres solteras estamos “etiquetadas” o que se nos juzga por lo sucedido y esto pesa y mucho. Es momento de hacer consciencia y aceptar que lo vivido si bien nos define no significa una vida llena de culpas y cargas emocionales. En general nos enseñan a batallar, sufrir y ganarnos la única oportunidad, nos hacen creer que hay solo una y que no podemos fallar, es quizá por eso que cargamos con tanto y creemos que no hay nada más que quedarnos con lo que tenemos y conformarnos con esto.
Es posible empezar nuevamente, es cuestión de encontrar un equilibrio, no enfocarnos en lo que creemos que no podemos porque podemos caer en una espiral de pensamientos negativos que no sirven de nada. Relájate, respira hondo, tómate unos minutos para reconsiderar tu vida y date todas las oportunidades que necesites.
Seguramente te preguntarás ¿encontraré el amor?, ¿podré rehacer mi vida nuevamente?, la respuesta es si a todo. En la medida que definas tus deseos y necesidades, tus posibilidades son infinitas. Todo está en este mismo instante, lejos de la culpabilidad del pasado y las expectativas del futuro.
En el momento que te sientas lista es importante considerar retomar tu vida personal. El equilibrio en todos los roles de nuestra vida nos proporciona bienestar. Si estás bien en lo laboral, como mamá y si en el amor, tus hijos también lo notarán, te percibirán más plena cuando te sientas así.
Si te preguntas por lo que te hace falta, lo que añoras y desearías tener, tal vez empezarías por enumerar cosas materiales, pero piensa con el corazón y realmente toma conciencia, ¿tienes la vida que deseas tener? Generalmente solemos pensar que nos “faltan” cosas, pero si miramos con más profundidad, en realidad, anhelamos esos símbolos para adquirir la experiencia que no tenemos en nuestro ser.
Definir qué necesitamos, buscar un mejor trabajo, pareja, hacer ejercicio, salir un poco más, eso solamente dependerá de ti. Recuerda que la vida es una constante transformación y tú estás en ella.
Volver a vivir, es regresar a tu corazón, a escucharte. A mirarte con empatía; porque sí es válido que logres tus metas; como también es válido que la experiencia que te da lo material sea previa a esta.
La vida es una decisión, todo el día, todos los días, con quién hablamos, dónde nos sentamos, qué decimos y cómo lo decimos. Nuestras vidas se definen por nuestras decisiones. Es tan simple, tan complejo y poderoso como eso.
Ocupémonos de nuestra vida, de tú vida, emprende nuevos caminos, no perdiendo de vista tu bienestar y el de tus hijos, tomemos la decisión de empezar cada día, de perder miedos, de soltar para poder avanzar.