Por Susana Veloz
1. El luto en los chimpancés
Unos de los escenarios humanos que comparten otras especies es el luto. Los vínculos que forman los primates entre ellos son tan fuertes como los que nosotros creamos con quienes nos rodean. Y la partida de un miembro es también un momento de recogimientos y luto.
Un estudio dirigido por científicos de Oxford en los bosques Bossou de Guinea, áfrica, reveló que algunas hembras cargaban por algunos días los cuerpos de sus crías muertas.
2. La visión de los perros
El ojo humano cuenta con dos tipos de células receptoras: los conos, que perciben los colores y los bastones que detectan la luminosidad de la luz.
Mientras el ser humano detecta 3 colores (rojo, verde y azul), los perros sólo ven 2 (se cree que el azul y amarillo)
Sin embargo, esta diferencia se compensa con la habilidad de los cánido para ver en condiciones de baja luz haciendo que su visión nocturna sea ejemplar. Además, su ojo tiene un tejido llamado tapetum lucidum, el cual refleja luz hacia su retina y por ello, sus ojos brillan más en la oscuridad.
3. Señales de agresividad en los animales
Levantarse de mal genio, querer no ser molestado o estar molestamente adolorido no son situaciones únicamente humanas. Todos los animales en algún momento u otro sienten dolor, se sienten amenazados y reaccionan agresivamente. Y ante esto, los seres humanos pocas veces sabemos reconocer las señales de agresividad, hasta que estamos en una situación realmente peligrosa.
Si no sabemos nada de alguna especie animal, pero sentimos tintes de agresividad, bastará con ver estas 4 señales:
- El individuo se queda quieto y rígido
- Emite gruñidos o muestra los dientes
- Si tiene pelaje, el de su espalda se erigirá
- Nos mira fijamente (también podrá bajar la cabeza o incluso ponerse de lado)
- Sus orejas se echan para atrás.
4. Cosquillas y risa
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Humboldt en Alemania, descubrió que los machos jóvenes de ratas respondían a las cosquillas con risas. Sin embargo, dichas vocalizaciones son inaudibles para el ser humano. Pero no sólo eso, las ratas pedían más cosquillas siguiendo la mano de quien las tocaba, como los niños suelen reír y correr.
5. La sonrisa de los animales
Mucho ha cambiado en la manera en que conocemos al mundo animal. Nuevas pruebas cognitivas nos han enseñado que los animales comparten muchos de los estados de ánimo de los animales: el dolor y la felicidad. Pero, ¿los animales sonríen?
El profesor Nicholas Dodman, jefe de comportamiento animal de la Cummings School of Veterinary Medicine, cree que animales como el perro, tienen un sentido del humor y su risa es mostrada como una fuerte exhalación. Y en 2005, un estudio demostró que los niveles de estrés de los perros callejeros en albergues bajaba considerablemente cuando se les ponía una grabación de estas vocalizaciones.
Así que la próxima vez que veas que tu perro te sonríe, muy probablemente lo este haciendo en realidad.
6. El mejor país para los animales
Aunque en muchos países la vida animal no es equiparable a la de un ser humano, en otros, sus derechos y su vida son invaluables. Estos son los países que valoran y cuidan la vida animal:
- En 2005 su gobierno firmó un Acta de Bienestar animal que protege su dignidad y actividades como infligir dolor o exponer a humillación están prohibidas y penadas.
- Reino Unido. Un Acta de Bienestar prohíbe la crueldad e impone altas multas a dueños negligentes con sus mascotas.
- Una enmienda a su Constitución en 2002 logró que se tuviera una lista específica de actos prohibidos hacia los animales como alimentación forzosa sin fines de salud, sobre carga y abandono.
- En 2013 entro en vigor su Acta de Bienestar en donde se prohíbe el uso de simios para experimentos o las pruebas cosméticas en animales.