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Amabilidad y firmeza al mismo tiempo

Por Laura Carrillo

Algunas personas tenemos claro cómo mostrar amor, pero nos hace falta practicar la manera de establecer límites, para sentirnos respetados. Y algunas otras, saben ser muy claras sobre las normas, pero se les dificulta mostrar su amor.

Muchas de esas facilidades y dificultades las hemos aprendido mientras fuimos niños. Algunos tomaron la decisión -inconsciente- de no educar de la misma forma en la que fueron educados, y conscientemente han buscado o están en la búsqueda del cómo hacerlo.

Desde niños vamos tomando decisiones sobre cómo deseamos formar una familia, en cuáles deseamos que sean sus características más determinantes. Algunas de esas decisiones inconscientes son sanas, otras no lo son.

¿Qué significa ser amable en el rol de padre o madre?

  • Dar seguridad emocional.
  • Proporcionar amor incondicional.
  • Afecto demostrado física y verbalmente.
  • Respeto por el nivel de desarrollo del niño(a).
  • Sensibilidad a las necesidades del niño(a).
  • Empatía con los sentimientos del niño(a).

En un ambiente familiar amable, los niños quieren complacer a sus padres. La amabilidad alienta a cumplir las metas de corto plazo y enseña los valores de largo plazo.

Estas son algunas formas en que los padres y madres dan amabilidad a sus hijos(as):

  • Divirtiéndose con ellos.
  • Diciéndoles “te quiero”.
  • Demostrándoles que confían en ellos.
  • Mostrándoles que son amados, aunque hagan algo mal.
  • Reconociendo sus esfuerzos y éxitos.
  • Leyéndoles historias.
  • Diciéndoles que creen en ellos.
  • Abrazándolos.
  • Alentándolos cuando enfrenten retos difíciles.
  • Reconfortándolos cuando estén heridos o tengan miedo.
  • Riéndose con ellos.
  • Escuchándolos.
  • Viendo las cosas desde sus puntos de vista.
  • Jugando con ellos.
  • Siendo agradecidos.

Ahora bien, al momento de educar, cada uno puede comprender, según su historia, el sentido de algunas palabras. Por ejemplo: cuando hablamos de límites, hay quienes piensan que los límites son decirles LO QUE NO DEBEN HACER. Cuando en disciplina positiva hablamos de límites, hablamos de aquellas acciones que ayudan a dar estructura a una persona; es decir, dar la información para que puedan tomar mejores decisiones sobre su propio comportamiento.

Hacer cumplir las leyes sociales se puede hacer de dos modos; la primera opción podría ser decirte lo que NO DEBES HACER y la segunda opción, decirte lo que ESPERAMOS QUE SUCEDA.

Comprender esto nos ayuda a redireccionar nuestra manera de compartir la información. Decirlo de manera positiva significa: explicar de manera verbal el comportamiento esperado, para generar en la mente la imagen de la conducta deseada; por lo contrario, si únicamente digo aquello que NO QUIERO QUE SUCEDA, entonces estaré provocando que piensen en eso y tal vez, ni siquiera lo habían planeado.

Es muy común que los adultos demos por hecho que los niños saben lo que tienen que hacer, sin embargo, es una de las responsabilidades del adulto, capacitar a sus hijos sobre las distintas normas de convivencia que existen en su entorno.

Así que a continuación te enlisto algunas formas en que los padres proporcionan estructura a sus hijos(as):

  • Preparándolos para situaciones difíciles, diciéndoles lo que pueden esperar y cómo pueden hacerles frente.
  • Explicándoles por qué existen reglas que se deben cumplir.
  • Discutiendo las normas con ellos y escuchando sus puntos de vista.
  • Ayudándolos a encontrar la manera de corregir sus errores de manera que aprendan causa-efecto.
  • Siendo justos y flexibles.
  • Controlando la propia ira.
  • Explicándoles su punto de vista como padres y madres y escuchándolos cuando hablen desde su punto de vista.
  • Enseñándoles acerca de las consecuencias de sus acciones sobre otras personas.
  • Dándoles la información que necesitan para tomar buenas decisiones.
  • Hablando a menudo con ellos.
  • Evitando las amenazas de golpes, de privarlos de amor, asustarlos con monstruos, u otras cosas temibles.
  • Actuando como un modelo positivo y un guía.

 

La disciplina positiva combina la amabilidad y la firmeza a lo largo de todo el desarrollo del niño(a), desde la infancia hasta la edad adulta. Se trata de una forma de pensar que ayuda a los padres a satisfacer sus objetivos a corto y largo plazo.

 

Es una forma de enseñar a los niños(as) cómo:

  • Resolver problemas.
  • Pensar por sí mismos.
  • Llevarse bien con los demás.
  • Resolver los conflictos en forma no violenta.
  • Hacer las cosas correctamente cuando usted no está presente.

 

La disciplina positiva se basa en la idea de que los niños(as) nacen sin saber lo que esperamos de ellos.

Los niños aprenden instintivamente. Y lo hacen mejor cuando tienen el apoyo y la información necesarios. Niños(as) de diferentes edades necesitan distintos tipos de apoyo e información.

Amabilidad = Apoyo

Límites = Información

Deseo que estas ideas te puedan ser de utilidad para reconocer aquellas acciones que te permiten disfrutar más del amor de tu familia y generar mayor armonía en tu hogar.

¡Hasta pronto!

Laura Carrillo: Mamá de 2 hijos, egresada de la carrera de Psicología UDLAP, Educadora Certificada en Disciplina Positiva para Padres y en el Salón de Clases por la Positive Discipline Association. Psicóloga del Centro Integral de Maternidad del Hospital Universitario de Saltillo. Cofundadora de Matatena A.C.
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