Un platillo típico mexicano y más en estas fechas de Cuaresma.
Por Ivonne Orozco
El verdadero objetivo de la Cuaresma es, por encima de todo, prepararnos para la celebración de la muerte y resurrección de Cristo. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Según las enseñanzas de la Iglesia Católica y las sagradas escrituras, la carne representa el cuerpo de Cristo crucificado. Por lo tanto comerla en estas fechas resulta una falta de respeto e incluso un pecado.
La Semana Santa representada gastronómicamente es toda una variedad de ingenio y sabor para no caer en la falta de respeto a las creencias religiosas. Sin tomar en cuenta a la religiosidad y por una razón casi consagrada como cultural las mujeres ofrendan con comidas, utilizan diversos ingredientes que nos alejan de los pecados de la carne.
Ingredientes
6 chiles anchos desvenados
1/3 de taza de pepitas de calabaza
1/4 de taza de ajonjolí
3 jitomates
1/4 de cebolla
1 diente de ajo
1 pizca de clavo de olor molido
1/4 de cucharadita de canela molida
3/4 de litro de caldo de pollo
Sal al gusto
Aceite vegetal
Cómo se hace
- Tuesta los chiles, el ajonjolí y las pepitas en un comal caliente; retira y reserva.
- Remoja los chiles en 1 taza de agua hirviendo para que se suavicen; licúalos con el jitomate, la pepita, el ajonjolí, la cebolla, el ajo, la canela y el clavo.
- Vacía en una cacerola con aceite y cuando burbujee sazona, agrega el caldo, revuelve y cocina hasta que suelte el hervor.
Respetando la creencia sería de muy buena elección agregar nopalitos, romeritos, unas ricas albóndigas de pescado, esto hará de tu pipián un platillo variado, nutritivo y lleno de sabor.