Por Dennis Charles
Lo que más disfrutan los niños del periodo vacacional es desvelarse, levantarse tarde, jugar, ver televisión y divertirse sin tener ninguna obligación. Esto puede ser muy estresante para los padres ya que la casa se convierte en un campo de batalla lleno de juguetes regados por el piso, ropa tirada y mucho desorden. Y claro, al intentar poner orden, los niños se revelan y es muy común el escuchar de ellos, “estoy de vacaciones”.
¿Cómo sobrevivir a las vacaciones?
Establece rutinas. Si nosotros desde el principio establecemos rutinas con los niños, las vacaciones no deberían resultar un gran problema, ya que habremos creado hábitos con nuestros hijos. Aunque lo más seguro es que los niños quieran romper con estas rutinas, vacaciones no es sinónimo de falta de límites y nuestros hijos lo deben comprender. Debemos establecer en conjunto con ellos rutinas para el período vacacional, tener actividades para cada miembro de la familia de tal manera que cada uno contribuya en la casa. Dentro de estas rutinas podemos calendarizar los momentos para las tareas escolares y los momentos para recreación (paseos y juegos). Para evitar el aburrimiento, pueden hacer una lluvia de ideas de actividades divertidas y ponerlas a la vista y entre todos elegir cuál pueden hacer.
No te enganches. Durante este periodo las peleas entre hermanos suelen incrementar, intenta no interferir en estas peleas al menos que exista peligro para alguno de ellos. Nuestros hijos tienen la capacidad de negociar y tomar decisiones. Puedes crear con tus hijos un plan para que logren solucionar sus conflictos en donde les enseñes cómo lograr tranquilizarse y cómo buscar soluciones en las que todos puedan ganar.
Respira. No intentes controlar todo el tiempo a tus hijos: lo que deben hacer, cómo lo deben hacer, cuándo lo deben hacer. Dejan de escucharnos porque nos volvemos muy pesados. Sé más eficaz, estableciendo normas de antemano y teniendo claro lo que vas a ser tú si ellos no hacen lo que se ha acordado. Y hazlo.
Trabaja todos estos aspectos en reuniones familiares. En la mayoría de las casas, los padres deciden y exigen a sus hijos lo acordado. Si se incluye a los niños en la toma de decisiones, se sienten considerados y tenidos en cuenta, y al sentirse bien, aumentan sus ganas de hacer las cosas que se les piden o se espera de ellos.
Disfruta cada día de estas vacaciones, con sus líos, conflictos y cansancios, pero sobre todo con la mente puesta en que las vacaciones perfectas son aquellas en las que tus hijos y tú pueden conectarse.
¡Felices vacaciones!