"HE VIVIDO MUCHO TIEMPO ENTRE ADULTOS. LOS HE VISTO INTIMAMENTE, DE CERCA. Y ESO NO HA MEJORADO LA OPINIÓN QUE TENGO DE ELLOS." ~ ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY
Por Dona Wiseman
La madurez emocional es determinada por una colección de características que son interdependientes. Al usar el concepto de “madurez” sugerimos que la persona tiene las cualidades de un adulto. A veces usamos el término para significar lo opuesto a “infantil”. Ser una persona madura significa que hemos adquirido conocimiento y experiencia en cuanto al funcionamiento del mundo y que nos hemos adaptado de manera adecuada. Sí. Adaptado.
En ocasiones se ha dicho que ser maduro es tener control sobre nuestras emociones. Yo no creo que las emociones se puedan controlar y además creo que intentar hacerlo puede tornarse peligroso y contraproducente. Una persona emocionalmente madura sabe lo que siente y sabe lo que le provocan las emociones. Identifica sus emociones y toma decisiones claras sobre sus acciones en cada momento. Se maneja a sí mismo de manera adecuada.
Algunas (muchas) características que nos indican que somos personas maduras son:
- La empatía: la opción de identificar las emociones de otros, y de acompañarlos.
- La responsabilidad: poder admitir errores y reparar daños.
- El auto-conocimiento: la habilidad de percibir las emociones, pensamientos y acciones desde todos los ángulos, y lograr la auto-crítica sana. Poder observarnos a nosotros mismos como si se viera a través de los ojos de un observador.
- La flexibilidad: saber que no todo será a nuestra manera y poder sobrevivir a los cambios de manera ecológica. Es lo opuesto a la terquedad y la voluntariosidad.
- Un nivel sano de auto-confianza: sin llegar a la arrogancia y sin caer en baja auto-estima.
- La humildad: modestia real, sin caer en falsa modestia. Reconocimiento honesta de los talentos y habilidades, para ponerlos al servicio de los demás.
- La auto-aceptación: la habilidad de ser amable con nosotros mismos sabiendo exactamente quiénes somos.
- La gratitud: la posibilidad de ver constantemente los regalos que la vida aporta.
- La compasión: la conciencia de que todos estamos interconectados, todos somos uno. Estando en este estado no podemos desearles a los demás más que el bien.
- El criterio amplio: reside en la opción de considerar que no tenemos la razón. Nos aporta liberalismo. No vemos todo como bueno o malo, blanco o negro. Sabemos que hay muchas ideas y la gran mayoría son válidas.
- La opción de poner el enfoque en otro:celebrar el éxito de otros. Es el opuesto a la envidia y los celos.
- El optimismo realista: ver la vida como buena, sabiendo que no siempre será como deseamos.
- La resiliencia: la habilidad de lidiar con lo que la vida pone en el camino.
- La paciencia: la opción de esperar y no demandar gratificación inmediata.
- La opción del asombro: la habilidad de ver el universo como increíble y bello, emocionándonos con los milagros de la naturaleza y la complejidad de la vida.
- La honestidad: no existe el deseo de escondernos detrás de una máscara para manipular las reacciones de otros, genuinidad.
- La habilidad de establecer límites sanos:el valor de hablar cuando sería más cómodo mantener el statu quo. Defender la integridad y la dignidad.
- La diversidad en gustos: tener la habilidad de disfrutar y participar en gustos clásicos y modernos, profesionales y amateurs, sencillos y elaborados, finos y comunes. Requiere saber el sistema de valores con conciencia y saber que no está en riesgo por participar en algo que está fuera de este sistema.
- La habilidad de abrirse al amor: la opción de ponernos vulnerables con valor, sabiendo que existe la posibilidad de ser lastimado.
La madurez emocional puede llevar a un estilo de vida satisfactorio y contento, y alejarnos de una existencia estresada con crisis constantes.
La inmadurez emocional se caracteriza por la volatilidad emocional (berrinches, baja tolerancia a la frustración, respuestas exageradas, la inhabilidad de recibir críticas, celos, volubilidad), la falta de independencia (ser necesitado en exceso, no tener opiniones propias, ser influenciable y prejuicioso), la búsqueda constante de atención y gratificación (valores superficiales, lealtad frágil, impulsividad), el egoísmo extremo (baja auto-estima, competitividad en exceso, no aceptar la propia responsabilidad, constante necesidad de retroalimentación positiva).
Algunas señales específicas de inmadurez emocional:
- Recrudecimiento emocional
- Culpabilizar a otros
- Mentir
- Insultar
- No controlar impulsos
- Necesitar ser el centro de atención
- Intimidar
- Mostrar actitudes narcisistas
- Defenderse de manera inmadura
- No lograr auto-observarse
Una persona emocionalmente inmadura no entiende las necesidades y sentimientos de otros y batalla para estar en relaciones de manera satisfactoria.
Para ayudarnos a tener mayor madurez emocional podemos practicar varias cosas:
- Hacer cosas para los demás.
- Expandir el círculo social.
- Ser justo.
- Ser honesto con uno mismo.
- Buscar intereses y enfoques grandes en la vida, como podría ser trabajo social o espiritual.
Invito a que hagamos una auto-exploración, observándonos con honestidad y conociéndonos cada día un poco más para lograr que nuestras vidas sean más funcionales y satisfactorias, plenas.