Por Alma Chavez
Faltan unos cuántos días para el día del niño y la niña en México, un día muy esperado en muchos hogares, en mi casa ya desde hace tiempo llevan la cuenta regresiva y eso me encanta, pero realmente este día se creó con la finalidad no sólo de festejarlos y hacerlos felices, sino de realizar actividades para promover los derechos de los niños, los cuáles a manera de reflexión, me gustaría mencionar.
Derechos de los niños y niñas previstos en la LEY GENERAL DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 4 de Diciembre de 2014.
- Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo
- Derecho de prioridad
- Derecho a la identidad
- Derecho a vivir en familia
- Derecho a la igualdad sustantiva
- Derecho a no ser discriminado
- Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral
- Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal
- Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social
- Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad
- Derecho a la educación
- Derecho al descanso y al esparcimiento
- Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura
- Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información
- Derecho de participación
- Derecho de asociación y reunión
- Derecho a la intimidad
- Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso
- Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes
- Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.
No terminaríamos de describir cada uno, sin embargo el enunciado es muy claro y existe una legislación para que sean respetados. Me gustaría compartir que mientras leía el decreto del DOF sentí una profunda tristeza al saber que aún le falta mucho a nuestra sociedad para sentirnos satisfechos en este tema, pero por otro lado me inspiró a seguir trabajando en pro de la niñez, aún queda mucho por hacer.
Podemos creer que somos incapaces de hacer algo por los niños y niñas que injustamente viven situaciones de violencia alrededor del mundo, que experimentan el horror de vivir en lugares de guerra o en extrema pobreza, que no cuentan con un desarrollo integral o no tienen acceso a la educación, entre otras cosas, pero la realidad es que sí podemos iniciar en nuestra comunidad poniendo un granito de arena por los niños y niñas que nos rodean, propiciando el respeto, evitando el maltrato infantil, escuchando y tomando en cuenta sus opiniones o participando en proyectos para beneficio de ellos.
Las niñas y los niños son tan maravillosos porque sorprendentemente su corazón nace con los valores necesarios para vivir en armonía, sólo basta guiarlos para preservar esa semilla; aman sin condiciones, se preocupan por los demás, son empáticos, cooperativos y bondadosos por naturaleza, humildes, honestos, comprometidos, muy agradecidos y siempre te regalan sonrisas, abrazos y besos desinteresados.
Sí, existen niños o niñas con características muy opuestas a las que acabo de mencionar, no lo podemos negar y es debido a que su esencia cambió en algún punto de su corta vida y lo más probable es que hayan sido heridos por cualquier circunstancia o situación. Al entender esto, tu manera de reaccionar ante ellos será diferente, piensa que el principal propósito de su comportamiento es pertenecer.
Maria Montessori nos compartió: “El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad”.
Las experiencias de la infancia marcan nuestra manera de ser en la vida adulta, así que cada vez que convivas con un niño, nutre esa semilla que tiene dentro de sí mismo y conviértete en un protector de los derechos de los niños y las niñas.
¡Que todos los días sean día del niño y de la niña! Esa es mi propuesta, que no pase un día sin que hagas feliz a un niño o niña, sin que los escuches atentamente y aprendas de lo que te tienen que decir, no nos quedemos callados o con los brazos cruzados ante una situación de injusticia. Todos podemos aportar con algo.
Y muy importante, ponte en contacto con tu niño interior, no lo olvides, él es tu verdadero yo, desempólvalo y aprende de él para sacar lo mejor de ti mismo.