Por Champaca Treviño
Pareciera un tema de adultos, considerado en algunas como tema tabú en donde escuchamos frases como “no hables de dinero enfrente de los niños”, hijo, hija “no es correcto que preguntes cuánto le costó”, eres un niño, ¿para qué necesitas TU tener dinero?
Y sin embargo, los padres jugamos un papel fundamental en la creación de hábitos, de una cultura del ahorro.
Lograr niños visionarios, hijos con inteligencia económica, que comprendan la diferencia entre deseos y necesidades, entender para qué sirve el dinero.
No podemos esperar que, a los 18 años, como por arte de magia, como si tuviéramos una varita especial que, al moverla, lográramos que nuestros hijos tengan la cultura del ahorro, es un camino de vida, una enseñanza que inicia desde pequeños.
Es importante enseñarlos a controlarse, a no malgastar, muchos niños creen que las cosas llegan como caídas del cielo, basta ver la cantidad de regalos que reciben por su cumpleaños, navidad, día de reyes, día del niño y una interminable lista de “motivos por los que reciben algo” o simplemente por habernos acompañado a un lugar, que ven tan fácil y sencillo quererlo todo y obtenerlo, se va perdiendo el verdadero valor de las cosas y el saber esperar para lograrlas o aun peor el desconocimiento de como ellos pueden lograr adquirirlas con su propio esfuerzo.
Hay que prepararlos para su futuro, a tener inteligencia financiera, son elementos que se aprenden en casa, seria fabuloso que en las escuelas se iniciara con proyectos en esta temática, sin embargo, como padres, somos el ejemplo de ellos a seguir.
¿Cómo podemos empezar?
Ya que nos hemos decidido a enseñar a nuestros hijos a ahorrar, surge la incertidumbre, las dudas, las preguntas, sobre cómo hacerlo y por dónde empezar, sin embargo, no hay un método probado para ello, es cuestión de creatividad, de hacerlo divertido para cada uno, de conocer el carácter de nuestros hijos y sobre ello buscar un plan.
Toma en cuenta la edad de tus hijos, hazlo divertido si son pequeños, con una alcancía en la que puedan iniciar su ahorro, conforme pase el tiempo entre los 6 y los 9 años, darles algo de dinero acorde a su edad, “el famoso domingo”, el dinero del mes, sin embargo es de suma importancia que exista una enseñanza, una claridad en que no solo es meter monedas o billetes a la alcancía, se necesita meter objetivos, metas, sueños para poder aprender a administrarlo.
La cultura no se acaba en tener una alcancía o en llenarla, los niños deben aprender a comprar, a gastar, invertir, a lograr metas, si es su gusto comprar dulces, enseñarles esa diferencia entre deseos y necesidades, darles la oportunidad de comprar esos dulces o ese juguete, pero con la enseñanza de que pueden lograr algo más.
Si es un adolescente, entender sus gustos, necesidades, expectativas y establecer métodos de ahorro acorde a sus gastos y posibles ingresos.
Es un tema divertido, existen alcancías de figuras atractivas para todas las edades, podemos generar tareas en casa y pagos por realizarlo, jugar al Monopoly, es interminable la lista de opciones, sé creativo.
No olvides reconocerle y premiarle cuando vaya logrando metas de ahorro, es importante motivarlos, generar refuerzos positivos incentiva a mayores esfuerzos.
La capacidad de aprendizaje de un niño es fabulosa, apoyémoslos a visualizar y lograr un mejor futuro.