Por Susana Veloz
Los años 70s, la década de la contracultura, materializarían las preocupaciones de la década anterior con respecto a los negligentes años 50: sobrepoblación, contaminantes del aire y escasez de recursos naturales. Así, bajo la batuta del aquel entonces Senador de Wisconsin, Gaylord Nelson, se establece el 22 de abril, como Día de la Tierra.
Inspirado en los movimientos juveniles anti guerra, ese día logró juntar en las calles a personas que luchaban incansablemente contra los derrames de petróleo, plantas nucleares, vertederos tóxicos, pesticidas y la pérdida y extinción de vida salvaje, inaugurando así los primeros movimientos ambientalistas a nivel internacional.
Hoy en día, se llevan a cabo actividades alrededor del mundo enfocadas a valorar y proteger nuestro medio ambiente. Desde apagar simbólicamente las luces de nuestros hogares, pasando por reforestaciones o limpias de nuestras playas, cada uno ponemos nuestro granito de arena.
Yo les comparto una actividad que lleve a cabo (con ayuda claro está) el fin de semana que se celebró este año el día dela tierra: una casa para aves.
Esta casita es uno de los proyectos más fáciles que uno puede encontrar en la publicación de la organización de protección de aves: la Sociedad Audubon.
La casita que se construyó para este proyecto está hecha para una especie de ave que habita muy cerca de nosotros. Un pequeño pajarito, saltarín y que mágicamente escala paredes en busca de insectos voladores y arácnidos: el Salta pared de Carolina (Thryothorus ludovicianus).
Conocido también como chivirín, este pajarito habita más comúnmente de lo que pensamos en nuestros jardines, ya que puede llegar a anidar en huecos de árboles secos o tejados. Si ponemos atención, sus trinar será algo como esto:
http://www.audubon.org/field-guide/bird/carolina-wren
Sonando un poco como a programa televisivo de cocina, lo que necesitaremos será:
MATERIAL
Tabla de madera de pino sin tratar
(1” de espesor, 8” de ancho y 8 pies de largo)
Pijas para madera de 1 ½”
HERRAMIENTA
1 regla para hacer los trazos, lápiz y cinta de medir
1 taladro de mano, 1 punta estrella para taladro y/o desarmador, 1 broca para madera de 1/8 y abrazaderas o clamps
1 serrucho
1 sierra ingleteada (opcional)
Reunidos los materiales y las herramientas, el proceso de trabajo es bastante sencillo. Por pasos les mostraré como:
Siguiendo el plano del libro, marcamos nuestra tabla con las medidas siguientes:
1 pieza de 6½” x 7½”
3 piezas de 5” x 6½”
1 pieza de 4” x 6½”
1 pieza de 4” x 5”
Hacemos los cortes correspondientes con la sierra o bien con el serrucho. Éste últimos nos tomará más tiempo y esfuerzo. Incluso si deseamos, podemos mandar a hacer los cortes donde hayamos adquirido la tabla.
Tomamos la parte de la base (pieza de 4” x 5”) y marcamos las esquinas para removerlas. Esto servirá como ventilación a la casa. (a 45 grados y una distancia de ¾” de la esquina son adecuadas)
Comenzamos por unir los lados y la base. Subir un poco la base servirá para que no entre agua de lluvia a la casa y mantenerla seca. Se propone el uso de la broca de 1/8” para hacer un barreno u orificio inicial el cual cuida la madera de alguna apertura abrupta y por ello llegar a romperse al colocar la pija para madera.
Después uniremos la parte frontal como se muestra a continuación
Para el techo, hacer unas muescas por la parte que va por debajo, servirá para que el agua de lluvia pueda gotear sin entrar a la casa, manteniéndola seca siempre.
La distancia de las muescas es a ¾” del borde y sólo para los lados y la parte que irá al frente.
Finalmente uniremos el techo.
¡Así quedará nuestra casa!
Es importante no pintarla ni darle ningún tratamiento, ya que esto puede ahuyentar o dañar a las aves. Y la podremos colocar debajo de algún techo o en un árbol.