Un niño que se siente importante, amado y tomado en cuenta; difícilmente se sentirá impulsado a comportarse de manera inadecuada.
Por Dennis Charles
El convivir con nuestros hijos y pasar tiempo con ellos; los ayuda a desarrollar estos sentimientos de confianza, seguridad y pertenencia. Sin embargo, existe una gran diferencia entre “tener tiempo” para nuestros hijos y “tener un tiempo especial programado”.
Tener un tiempo especial con nuestros hijos significa tener un espacio exclusivo para cada uno de ellos y realizar cualquier actividad que ambos propongan con anticipación. Los tiempos especiales pueden ser programados, una vez a la semana, cuando los hijos son más grandes. Es importante que los niños sepan con anticipación, que este espacio es sólo para él y para sus padres. Con niños más pequeños; el tiempo especial puede establecerse de manera diaria, por lo menos diez minutos diarios. Cuando son menores de dos años, requieren constantemente de mucho tiempo, y no es necesario programar un espacio, ya que no tienen la edad suficiente para comprender lo que es “tiempo especial”.
Jane Nelsen, en su libro de Disciplina Positiva; menciona las razones por las que el tiempo especial es estimulante y motivador para los niños:
- Los niños sienten que pertenecen y son importantes cuando pueden contar con un tiempo especial. Se sienten especiales.
- El tiempo especial programado es un recordatorio para los padres referente a por qué decidieron tener hijos: para disfrutarlos.
- Cuando los padres están ocupados y los hijos quieren atención, es más fácil para ellos aceptar que sus padres no tienen tiempo cuando se les dice: “Cariño, no puedo en este momento, pero te aseguro que estoy esperando con ansias el momento de nuestro tiempo especial a las cuatro y media”.
Organizar un tiempo especial con cada uno de nuestros hijos, no es complicado. Se puede hacer actividades sencillas desde comer juntos unas galletas, ver televisión, dormir juntos una siesta, salir al parque, pintar o leer; no es necesario gastar mucho dinero para poder divertirse juntos.
Para tener un tiempo especial con tu hijo, necesitan los dos establecer el día y la hora; si tu tiempo especial con él, lo programarás de manera diaria, lo puedes incluir dentro de tu rutina familiar. Hagan una lista de las cosas que les gustaría hacer. Cuando estés en tu tiempo especial con tu hijo, evita interrupciones y usar tu celular; y si recibes una llamada simplemente contesta “en este momento no puedo atenderte, estoy con mi hija en nuestro tiempo especial”. Tu hijo se sentirá importante y feliz por estar contigo; y un niño que se siente así, difícilmente tendrá motivación alguna para comportarse inadecuadamente.