Por Dona Wiseman
EL SANTUARIO
El espacio que encuentro al subir
escaleras misteriosas
cuyo destino está en mi alma sin más,
se forma como botón de flor
y entro cual hada
buscando la frescura entre pétalos blancos
y otros de cristal
madera pulida y piedra de río
que adornan y dan calor,
la luz inunde
sin principio ni final
fuente ni sombra,
entro a tientas
deseosa de conocer y explorar
y me detengo para llenar
mi vista con blancura y calor
respiro paz
arroyo y brisa
de un lado un bosque y del otro la mar
mi espacio sagrado refugiado entre dos
abierto y seguro,
descalza me adelanto como alma ante la Diosa
a tientas, reverencia y asombro
viendo veo
oyendo comprendo
y sin perder paso atravieso y lleno
el espacio sagrado de mi.