Por Daniella Monarez
Nunca me ha gustado catalogarme en una sola persona.
Soy madre, doctora, mujer, treintañera, soltera, amiga, etc. me gusta disfrutar cada rol, podría decir que soy una persona distinta según el papel que desenvuelva.
Cuando estoy en el hospital me pongo la bata y la actitud de ser quien contribuye a salvar vidas, al ser un hospital escuela en el que estoy, también me cuelgo además del estetoscopio la responsabilidad de enseñar bien a los que me siguen el camino.
Con mi hija disfruto tanto ser madre, recorrer botones de su uniforme para que le ajuste bien, participar en el grupo de WhatsApp, asistir a las fiestas de los amiguitos de su salón y convivir con esas otras mamás extraordinarias, de hecho con algunas he forjado incluso una bonita amistad.
En cuanto a mi edad, la estoy disfrutando tanto como si tuviera la mitad, no es que sea una “chavorruca”, si no que siempre he sido una persona muy divertida y con mucho sentido del humor, así que para mí, la diversión y distracción forma parte de mi vida, así como puedo ir a un parque a caminar, también puedo ir a algún bar, reír a carcajadas en algún espacio público o tomar una cerveza en la cochera de alguna amiga. La edad no me detiene, por el contrario me impulsa, ya que puedo decir que adquiero cierto grado de madurez conforme pasa la vida, y con ello, mejores decisiones.
Etapa de crecimiento personal es como me gusta llamar a la soltería, me deja tiempo para poder invertir en mi misma y eso no tiene precio.
Comparto un poquito de mi historia, ya que recientemente cumplí años y como es costumbre hice un análisis del estatus de mi vida, lo que he logrado, avanzado y en lo que me he estancado. También me preguntaron recientemente que como puedo ser doctora por las mañanas, mamá por las tardes y salir a pasear por las noches. A lo que simplemente respondí que cada una de esas acciones las realiza diferentes personas en un mismo cuerpo.
Eso no significa que no me cause molestia alguna. Hay ocasiones en las que me fatiga tanto el hospital y su ambiente laboral que dan ganas de arrojar la toalla, también llamo la atención de mi hija cuando lo creo necesario o prefiero periodos de hibernación a fiestas locas.
Cada uno de éstos roles complementan mi personalidad, me hacen crecer y sobre todo renovarme diario.
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Es un privilegio verte en cada uno de esos roles siendo siempre la mejor versión de ti misma y un placer leerte.