Por Liliana Mendoza
Las feministas no somos mujeres amargadas que odiamos a los hombres, las feministas no creemos que las mujeres somos mejores que los hombres, o que las mujeres merecemos privilegios especiales.
Para ser consideradas feministas, solo necesitamos tener una idea clara: todas las personas deberíamos tener los mismos derechos políticos, económicos y sociales.
Ser una feminista no tiene nada que ver con cómo te ves, cómo vistes, con quien sales, o qué tan seguido tienes sexo. Ser feminista no significa que pienses que las mujeres merecen derechos especiales, significa más bien que sabes que merecemos los mismos que todos.
Sabiendo que uno de los propósitos principales del feminismo en empoderar a las mujeres, esto no significa que vemos a las mujeres como débiles y oprimidas. No luchamos para hacernos más fuertes, sabemos que lo somos, queremos que la sociedad lo vea también.
Empoderar a las mujeres no significa hacer a un lado a los hombres o castigarlos. Los hombres también viven de cierta manera por las exigencias que por tradición se le da a su género que los obliga a vivir y actuar de cierta manera, cumpliendo las expectativas sociales.
Ser una feminista es creer que cada persona debe ser vista basada en sus fuerzas personales y capacidades como ser humano, no basadas en su género.
Necesitamos el feminismo porque cuando una mujer es violada, la mayoría de las veces la sociedad la culpa por andar vestida de tal o cual manera, o que ella mismo provocó eso.
Necesitamos el feminismo porque nos enseñan a las mujeres como cuidarnos para evitar ser violadas o acosadas, en vez de enseñarle a la gente a no ver a las mujeres como objetos y respetarlas.
Necesitamos el feminismo porque se culpa a las mujeres de “presa fácil” si camina sola por las noches.
Necesitamos el feminismo porque nuestros cuerpos siguen siendo legislados, también porque usamos los términos, “no seas nena”, o “no seas niña” para implicar debilidad.
Algunas dirán “no lo necesito porque yo si me siento en igualdad” o “no quiero el feminismo porque las mujeres lo quieren para su conveniencia”. Creo que no es solamente sobre nuestras necesidades y experiencias personales, que si bien son relevantes, se trata de lo que como sociedad queremos.
¿Por qué necesitamos el feminismo? Porque nos seguimos preguntando lo mismo.