Por Dennis Charles
A todas nos ha tocado ver la típica escena de un niño haciendo un berrinche en el supermercado, ya sea porque quiere un juguete o un dulce o simplemente porque no quiere estar ahí. Tanto los niños como los padres realmente la pasan mal cuando esto sucede. Podemos ver niños tirándose en el suelo, llorando o gritando y padres gritando también, chantajeando, exigiendo cosas que no son adecuadas para la edad de sus hijos o cediendo ante las exigencias de los niños y utilizando el soborno.
Ten en cuenta que el ir de compras es una actividad poco interesante para los niños, por lo que es normal que sientan aburrimiento y esto lleva a las malas conductas. Antes de llevar a nuestros niños a algún mandado, podemos anticiparlos explicando lo que sucederá y lo que esperamos de ellos para así prevenir futuros problemas.
- Involúcralos en la elaboración de la lista de los productos que necesitan comprar para la familia. Si tu niño te pide agregar juguetes o dulces, recuérdales amablemente que en esta ocasión no podrás comprarle lo que quiere hasta que sea su día especial.
- Para evitar el aburrimiento, asígnales tareas como llevar en sus manos la lista de productos, poner la fruta en bolsas, empujar el carrito o buscar algunos artículos. Les puedes sugerir también que lleven algún juguete para entretenerse.
- Si tus hijos empiezan a correr en el supermercado, en vez de gritar o ignorarlos, ve atrás de ellos y tómalos de sus manos y diles amablemente “necesito que no te sueltes de mi mano”.
- Si ves que tus hijos están demasiado inquietos y hacen berrinches, haz una pausa para esperar que tus hijos se tranquilicen, dales un abrazo y tómalos de su mano mientras terminas tus compras.; si no es posible lograr que se calmen, puedes cancelar tus comprar y volverlas a hacer más adelante. Esto lo debes anticipar con tu hijo, antes de salir le puedes explicar lo que sucederá si hace algún berrinche y si llega a suceder, tienes que ser consecuente y hacer lo que dijiste que harías.
- Ante un berrinche, no prometas algún juguete o dulce como parte de un soborno; si llegaras a prometer algo, cumple con lo que le has dicho. Tómate tu tiempo para entrar en los departamentos que a ellos les interesa.
- Invita a tus hijos a ahorrar. Si algo les gusta del supermercado y no lo pueden comprar, ayúdalos a planear cómo pueden ahorrar en lugar de darles el dinero que les falta para completar.
- Organiza las compras de manera en que no te tome mucho tiempo, de esta manera tus hijos estarán más dispuestos a acompañarte y a comportarse mejor. Evita que tus niños te acompañen en las actividades que involucran mucho tiempo o muchos lugares, como las enormes filas de los bancos, las consultas médicas, etc. así evitaras que tus hijos se cansen. Recuerda que un niño que se porta mal es porque se siente desmotivado o cansado.
El gritar, regañar y disciplinar a los niños en público es humillante e irrespetuoso para ellos. Cuando se estén comportando de manera inadecuada, puedes hacerles saber que hablarás con ellos en cuanto lleguen a casa. Con nuestra ayuda, nuestros hijos pueden aprender la habilidad de involucrarse en las actividades de la familia de una manera divertida. Es importante ser consecuentes con ellos, si nosotros les dijimos que ante un berrinche en público nos saldríamos al carro para tranquilizarnos, debemos cumplir lo que dijimos de manera amable y evitando el “te lo dije” (el cual no es respetuoso). El involucrar a tus hijos en la toma de decisiones a la hora de hacer las compras, les dará sentido de pertenencia y los hará sentirse importantes: “¿Te gustaría ir primero a buscar la fruta o a buscar lo que necesitamos para la limpieza de la casa?”.