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¿Y papá?

Por Dona Wiseman

Eso dijo mi maestra, y eso dijo el maestro de una chica quien me preguntó hoy sobre el significado de esta declaración.

Efectivamente se ha contemplado – y aquí no pretendo presentar estudios, sino reflexiones – que el lugar que mamá le da a papá (o a su pareja en el momento del nacimiento de un niño) es la mirada que ese niño tendrá.

No quiero cargar a las mamás de tareas extras, ni deseo justificar a hombres que no cumplen con su papel de papá.  Lo que me gustaría que reflejáramos es en que nuestra manera de relacionarnos con el mundo se basa en la manera en que nos relacionamos con mamá.

Hay mujeres que no ven a su pareja.  Otras desprecian al hombre, considerándolo inútil, infantil, y quizá débil. Es común que los hijos (varones y hembras) de esas mujeres tengan una visión similar en cuanto a los hombres, incluyendo a papá.

Hoy día estamos viviendo un tiempo de guerra entre los sexos. Violencia contra mujeres. Feminismo exagerado.  Feminicidas.  Padres de familia (hombres) luchando por los derechos de crianza.  Hace días vi una película que recomiendo altamente:  No soy hombre fácil.  Es una película francés en la cual un hombre machista y narcisista se da un golpe en la cabeza y despierta en un mundo dominado por el principio femenino, donde los anuncios que usan el sexo como gancho incluyen hombres en ropa interior y las mujeres usan los diálogos que atribuimos a los hombres refiriendo al miedo al compromiso y así.  Por favor, ¡véanla!  A mí me impactó muchísimo.  Y eso a pesar de que me jacto de poder ver claramente como la mujer es explotada y considerada un objeto.

Yo no sé aún cómo llegar a un mundo igualitario, pero sí sé que así como nuestras relaciones se forman en base a nuestra relación con mamá, y como el bebé se gesta dentro del cuerpo de mamá, las mamás tenemos un papel…decir “importante” sería faltar a la seriedad del tema.  Y me hace alejarme del significado corriente que se da al concepto de igualdad.  No creo que el hombre y la mujer sean iguales.  Sí creo en la igualdad de derechos.  Pero me surge una pregunta o más bien una consideración, que seguramente me provocará muchas horas de cuestionamiento, probablemente sin conseguir respuestas claras.  Me he cansado de escuchar discusiones entre feministas y machistas.  No me gusta como soy tratada por algunos hombres.  No me gusta como algunas mujeres tratan a los hombres y sé que hay muchas injusticias cometidas en contra de ellos.  Y no sé si un hombre tiene igual derecho sobre los hijos que la mujer que los gestó, los cargó, los parió (cosa que jamás podrá hacer un hombre), siempre que la mujer esté en condiciones de criar a los hijos.

La verdad es que no sé qué hubiera hecho como mamá si supiera lo que sé ahora.  La verdad, me agobia pensarlo.

Lo que realmente quiero hacer hoy es reiterar un deseo que siempre he tenido:  Quiero un mundo en donde mujeres y hombres caminemos hombro a hombro.  Quiero que prive la igualdad dentro de nuestras diferencias fisiológicas y energéticas (que son obvias y no tendrían por qué desaparecer).  Quiero contar con el hombre y aprender a apreciarlo, a respetarlo, a valorarlo.  Y deseo que el hombre haga lo mismo por mí. Quiero verlos, con mirada incluyente.

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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