Por Dennis Charles
Se acabaron los días libres, los desvelos y las levantadas tardes e inicia nuevamente la adaptación a la escuela y a despertarse mucho más temprano de lo acostumbrado durante las vacaciones; lo que a veces nos lleva a peleas y gritos con nuestros hijos para que se duerman temprano y estén a tiempo para ir a clases.
Podemos evitar discusiones diarias con nuestros hijos si nosotros como padres los enseñamos a cómo planear su tiempo, tanto para las noches como para las mañanas. El establecer con nuestros hijos una rutina para antes de dormir y una rutina matutina, ayudará a crear una atmósfera familiar positiva que permitirá que todo fluya más fácilmente para todos y evitará el estrés, las prisas, los gritos y las peleas.
Rutinas para la hora de dormir:
Para establecer una rutina nocturna, puedes empezar permitiendo que tus hijos hagan una lista de todo lo que necesitan hacer y preparar para dormir y para el día siguiente (cenar, bañarse, preparar su horario de la escuela, limpiar zapatos, preparar uniforme, etc.). Puedes pedir a los más pequeños que dibujen o recorten imágenes relacionadas con las actividades establecidas y coloca la lista en un lugar visible para todos. Cuando se acerque la hora de comenzar a hacer las actividades de la rutina, en lugar de decirles a tus hijos “ya es hora de que te metas a bañar”, diles de manera tranquila “se acerca la hora de dormir, ¿qué necesitas hacer primero antes de ir a tu cama?”. Puedes también ofrecer opciones limitadas por ejemplo “¿quieres escoger el cuento de hoy para leer o quieres que lo haga yo?”. Dentro de su rutina, establezcan una hora para dormir, con niños pequeños puedes nuevamente dar opciones “Puedes ir a la cama a las 7:15 o a las 7:30”. Antes de que los niños duerman, evita que realicen actividades que los pueda alterar, como ver la televisión, jugar videojuegos, brincar, saltar, etc., en su lugar, programen dentro de la rutina, actividades tranquilas y relajantes como pintar o juegos de mesa con toda la familia.
Rutinas matutinas:
Durante los primeros días de escuela, los niños batallarán para acostumbrarse a levantarse temprano y estar listos a tiempo; por lo que es importante el crear también una rutina matutina de la misma manera en que creamos con ellos la rutina de la noche. Durante la rutina de la mañana, establezcan la hora para despertarse, deja que tus hijos decidan cuanto tiempo necesita para hacer todo lo establecido y determinen la hora en la que necesitan poner su despertador; nuevamente da opciones limitadas en las decisiones en donde es necesario tu intervención, por ejemplo, si tus hijos deciden despertarse a una hora en que no les alcanzará el tiempo, ofrece una opción como “puedes despertarte a las 6:50 o a las 7:00”. Nuevamente involucra a los más pequeños a hacer dibujos y coloca la rutina de manera visible para todos. Puedes también comprar un reloj despertador para los niños y enséñalos a cómo usarlo. Determinen actividades para todos los miembros de la familia, los niños pequeños pueden poner la mesa para desayunar mientras que los grandes pueden poner pan en el tostador. Recuerda motivar a tus hijos preguntándoles qué es lo que sigue de la lista de su rutina.
No despiertes a tus hijos con gritos, regaños o sermones. Planeen de manera anticipada diversas soluciones en caso de que se presente el problema de no querer despertar al sonar la alarma. Recuerda que las soluciones que propongan deben ser respetuosas, razonables, relacionadas y útiles.
Al establecer rutinas para la noche y para la mañana, nuestros hijos aprenderán a cómo planear y organizar su tiempo y a sentirse seguros y tranquilos. Si somos constantes con el seguimiento de estas rutinas, nuestros hijos podrán empezar el día de manera positiva, sintiéndose felices y nosotros lo haremos también.