Por Dennis Charles
Cuando nació mi hija menor, tomé la decisión de llevar con ella una crianza con apego, no porque fuera algo novedoso, sino porque estaba convencida de que sería lo mejor para mi bebé. Así que hemos llevado por más de un año, un estilo de vida basada en la lactancia exclusiva, el colecho y el porteo.
En mi experiencia, he visto que los bebés que se encuentran bajo una crianza con apego, son más demandantes que los demás; esto es porque saben que sus papás estarán ahí para cuando los necesiten y que nunca los dejarán llorar, también porque no se encuentran bajo un horario estricto de alimentación ya que la leche materna es a libre demanda, porque están acostumbrados a estar siempre en brazos de mamá y no en una fría carriola y porque duermen juntos a sus papás sintiéndose seguros y protegidos y no solos en una habitación lejos de las personas a quienes aman.
Sabemos que este estilo de crianza es muy beneficioso para los bebés, tanto en lo emocional como en el desarrollo físico. Un bebé que siempre es cargado, podrá dormir mejor y desarrollarse de manera óptima; la lactancia se favorece al practicar colecho y llevar al bebé en brazos. Podemos listar miles de beneficios sobre este estilo de vida; si tú has optado por una crianza en apego, seguramente conocerás mucho más del tema.
Lo anterior se escucha maravilloso, pero en ocasiones, puede ser muy cansado para nosotras las madres. Muchas veces he escuchado la frase de “mi bebé no me deja hacer nada” “no puedo ni ir al baño”. Y sí, mi bebé tampoco me ha dejado hacer nada (aunque poco a poco muestra interés por hacer actividades sin mí), ni siquiera salir a tomarme un café con mi esposo (a los diez minutos de salir me han llamado de que mi bebé no deja de llorar). Si nuestros bebés no nos dejan hacer nada, no es porque haya algo malo en ellos, al contrario, un bebé necesita estar siempre en contacto con su mamá, esta es una necesidad vital para ellos; y, en vez de dejarlos llorar en una cuna, lo mejor sería atender sus necesidades de manera inmediata para poder favorecer los beneficios que mencionábamos anteriormente. Esto implica estar siempre disponible para ellos, dejar de hacer nuestras cosas para darle prioridad a sus necesidades; y sí, esto puede ser muy agotador; pero si estamos conscientes de esto y hemos decidido llevar este estilo de vida con nuestros bebés, porque sabemos que es lo que ellos necesitan, nuestro cansancio pasará a segundo lugar.
Habrá días en que nuestro cansancio nos desespere y, en que estemos a punto de querer dejar la lactancia porque nuestro bebé no nos deje bañar, o en querer dejar a nuestro bebé dormir solo en su cuna porque necesitas dormir cuatro horas seguidas; o en querer dejar a nuestro bebé en una carriola porque tenemos que hacernos cargo de la casa y nuestros otros hijos.
Yo también, al igual que muchas madres, me he sentido tan cansada que, en varias ocasiones, estuve a punto de rendirme. ¿Y qué me ha hecho continuar con todo esto? Simplemente el poder disfrutar a mi bebé, sentirla siempre cerca de mí, el saber que crece tan rápido que algún día voy a querer regresar el tiempo para volver a cargarla y dormir a su lado y saber que esto es lo mejor para ella en todos sus aspectos.
Afortunadamente, no estamos solas, siempre podemos hacer tribu con más mamás y poder darnos ánimo; existen también, hermosas alternativas que nos pueden ayudar enormemente, como es el caso del porteo con cargadores ergonómicos, danza con bebé o las cunas colecho. Es válido también pedir ayuda, no para que nos cuiden a nuestros bebés, si no para las labores domésticas o en el cuidado de nuestros hijos mayores, las abuelitas siempre están más que dispuestas en ayudarnos con los niños mayores (agradezco enormemente a mi mamá por todo su apoyo incondicional). Si te es posible y tu bebé lo permite, busca actividades que puedes realizar por ti sola, como hacer ejercicio, un masaje, etc., también es importante que te dediques tiempo, ya que, si estás relajada y feliz, tu bebé también lo estará. Recuerda que el tiempo corre muy aprisa, así que no te angusties, poco a poco irás descansando más y tu ritmo de vida se regularizará. Carga mucho a tu bebé y disfrútalo, no importa que seas una mamá cansada como yo.