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PELEAS ENTRE HERMANOS

Algo que genera mucha frustración entre los padres, son las interminables peleas entre los hermanos. Nos preocupamos que nuestros hijos no tengan la capacidad de llevarse bien entre ellos y no entiendan la importancia de la cooperación y el de compartir.

Si tienes hermanos, seguramente podrás recordar muchos momentos de conflicto con ellos. Las peleas entre hermanos no son tan negativas si las vemos desde otro punto de vista; con ellas podemos aprender a solucionar problemas, a coopera, a dialogar, etc.

Para poder disminuir las peleas entre nuestros hijos, primero debemos de ver qué es lo que hay detrás de estas peleas; tal vez tus hijos se encuentran aburridos, o se sienten menos importante que alguno de sus hermanos o simplemente quiere llamar tu atención. Recuerda que todo mal comportamiento esconde una necesidad de los niños que nosotros debemos de atender. Muchas veces, las peleas entre hermanos se incrementan porque los padres se involucran demasiado, generalmente los padres salen a la defensa del más pequeño y empezamos a utilizar frases como “tú eres el mayor, pon el ejemplo” “no ves que está bebe”; estas frases pueden generar más resentimiento y enojo en nuestros hijos. Como padres es difícil no involucrarnos en las peleas con nuestros hijos, sin embargo, cuando interferimos, es probable que detengamos la pelea solo por un momento, pero volverán a pelear nuevamente más tarde.

Jane Nelsen nos da algunas sugerencias de lo que podemos hacer ante estas peleas:

  • No tome partidos. Esto refuerza la creencia sobre la necesidad de competir.
  • Diga: “Cada uno puede irse a una habitación por separado hasta que estén listos para dejar de pelear.” Esto puede servir como periodo de enfriamiento cuando los pleitos se salen de control. Dígales que pueden salir y volverlo a intentar cuando estén listos para ello.
  • Deles opciones: “Pueden dejar de pelear, o salir a pelear fuera de casa. Si eligen salir a pelear, no quiero escucharlo.”
  • Cuando esté involucrado un bebé, tómelo en brazos primero y diga al bebé enfrente del hermano más grande: “Es necesario que vayas a tu habitación hasta que estés listo para dejar de pelear”. Después tome de la mano al niño más grande y repita el mismo mensaje. Podría parecer ridículo poner a un inocente bebé en su habitación por pelear, sin embargo, es importante tratar a los niños de la misma manera para evitar entrenar a uno para que sea la víctima y al otro para que sea el victimario.
  • Puede ser reconfortante para los niños que usted deje que se peleen mientras se está calladamente sentada cerca, confiando en que ellos podrán solucionarlo sin ser involucrada. (Esto es realmente complicado, porque para los padres es muy difícil evitar engancharse.)
  • Si los niños están peleando por un juguete, retire el juguete y hágales saber que pueden tenerlo de regreso cuando estén listos para jugar con él en lugar de pelear por él.
  • A veces los pleitos de los niños son una manera de jugar entre sí. Piense en ellos como si fueran dos encantadores cachorros de osos.
  • Siente a los peleadores en su sillón y dígales que tienen que permanecer ahí hasta uno al otro se den permiso de levantarse para volverlo a intentar. Esto los distrae del pleito y los pone a practicar cooperación.
  • Envía a aquellos del conflicto a una habitación con las instrucciones de que pueden salir tan pronto como hayan encontrado una solución al problema.
  • Salga de la habitación. Aunque no lo crea, la principal razón por la que los niños pelean es para involucrarlo a usted. Los niños desean que se pongan de su lado culpando y castigando al otro niño. Entonces, si lo logran, se pueden sentir importantes.
  • Interrumpa las peleas para preguntar si alguno de los participantes estaría dispuesto a poner el problema en la agenda de la junta familiar para buscar soluciones.
  • Si es inminente un peligro real (como que un niño esté a punto de aventar una piedra a otro niño), mantenga la boca cerrada y actúe. Muévase rápidamente para evitar que la piedra sea lanzada y después use cualquiera de los otros métodos.

Es importante no hacer comparaciones entre los hermanos, en vez de motivarlos a comportarse mejor, haremos que compitan entre ellos. Debemos también tratar a todos nuestros hijos de la misma manera sin dar responsabilidades “tu eres el mayor, deberías dar el ejemplo”. Si cada uno de nuestros hijos desarrolla un sentido de importancia y pertenencia, no tendrán motivos para pelear con sus hermanos y luchar por un lugar; dedícale tiempo especial a cada uno de ellos y notarás la diferencia.

Dennis Charles: Mamá de dos niñas, psicóloga con Maestría en Aprendizaje y cognición y especializada en neuropsicología infantil, certificada en Discipline Positive Parent Educator y en Encouragment Consult.
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