HERMANAS

Por Laura Prieto

Hace unos días hice tatuaje de hermanas, siempre me entusiasma hacer tatuajes iguales, que unen aún más a la gente, que celebran amistades, parentesco, complicidad, recuerdan viajes o momentos, por la pura dicha de tatuarse, eso, siempre es un gusto para mi.

Les hice un árbol con raíces, las ramas daban flores y alguna flores volaban alejándose del árbol, las raíces camuflaban la palabra siempre, era un diseño muy artístico. Me encanta hacer diseños orgánicos que se adaptan al cuerpo. Durante el proceso las hermanas me dijeron por qué eligieron ese diseño: las raíces son su familia, unida por siempre, todos son parte del mismo árbol que representaba a sus padres y las flores eran ellas, tres hermanas, pero sólo tatué a dos. Creí que la tercera hermana no era del gusto de tatuarse pero no, me platicaron que su hermana había sufrido un accidente y falleció un año antes, y estaban celebrando que faltaba menos para volverla a ver. Me quedé pasmada, a pesar de vivir en un país que celebra la muerte, me aterra pensar en ella, me da miedo, me paraliza pensar en perder a alguien amado. Me hizo pensar en mi hermana, en todos, creo que se notó porque las hermanas me compartieron su historia de resiliencia: su hermana estaba recién casada al momento de fallecer, tuvo una luna de miel de ensueño, tenía un excelente trabajo y en general era muy feliz, un fin de semana ella y su esposo viajaron a misiones de la iglesia y perdieron la vida en un accidente automovilístico, se fueron juntos, felices, realizados, las hermanas, la vieron feliz la mañana antes del accidente, así que aceptaron su muerte, y estaban completamente conscientes de que la volverían a ver.

Me gusta esa parte de la vida, la esperanza, sentir que todos estaremos juntos algún día, la esperanza que nos ayuda a vivir, tratar de ser buenos humanos y agradecer, es lo único seguro que tenemos pero nos aferramos a ignorarlo, porque estamos aquí para vivir y vivir al máximo. Cada día es un regalo, cada día es una oportunidad de hacer las cosas bien, ese es el sentido de la vida, aunque de miedo que algún día va a terminar.

Agradezco haber conocido a esas hermanas resilientes que celebraron el aniversario luctuoso de su hermana con esperanza de reencontrarse. Mucha fuerza.