Por Liliana Mendoza
Soy una persona muy activa, hasta cierto punto acelerada, trabajo, escribo, tomo cursos y aparte soy mamá, mis días siempre están llenos de actividades. Hace un par de meses tuve un problema de salud que no solo me hacía sentir mal físicamente, sino me sentía agotada, irritable, sensible, quería llorar y gritar. Entonces pensé que no debería sentirme así, que no debía permitirme sentirme así, que no tenía tiempo para esas cosas.
Y aquí me encuentro preguntándome qué puedo hacer para estar bien (aparte de tratamiento médico y cuidados alimenticios). Después de tanto pensar me di cuenta que es aceptable no estar bien. Me di el permiso de no estar bien. Quizá hemos sido fuertes porque así nos ha tocado, quizá te consideres un ser humano que nada lo para, pero a final de cuentas somos solo esto, humanos.
No somos perfectos ,ni lo seremos y no podemos ser fuertes todo el tiempo.
Está bien si lloras enfrente de tu hijo o cuando estén dormidos.
Está bien sentirse cansada de cargar con muchas cosas pasadas y presentes.
Está bien hacerle saber a tus cercanos que no estás bien y pedir ayuda.
Está bien si no amas cada minuto de tu vida o alguna etapa de tu vida.
Está bien tomarte un tiempo para ver televisión de preferencia una película triste y llorar
Está bien bajar la guardia por un momento
Está bien dejarte consentir
Está bien no estar bien
Porque mañana es un nuevo día y quizá no todo se arregle mágicamente, pero despertaremos y tendremos a nuestro lado a unos hermosos hijos a quienes abrazaremos y nos harán sentir que todo vale la pena y que estamos en el lugar correcto. Cuando menos nos demos cuenta, estaremos bien