Por Alex Campos
Escucho, retengo lo que me sirva, dejo libre lo que me sobra no me hace sentido.
¿Te has dado cuenta de la necesidad tan grande que hay en este mundo de saber que su opinión cuenta? Me atrevo a decir que en este mundo sobran opiniones y poco hay de acciones. Estoy segura que todos sentimos, que lo que sentimos, pensamos y opinamos debería ser expresado y escuchado. No se tú, pero yo, aunque tardé en entenderlo y mucho más en aplicarlo, mi opinión la doy cuando va a EDIFICAR. Y es incluso, uno de mis puntos principales en mi lista de “Enseñar a mis hijos”.
Y es que si se trata de confesiones, como es el nombre de ésta columna, he de confesar que mis buenos trastazos me he dado por no saber controlar mi boca, hay esa parte de mi ser que puede ser hiriente, dura e inoportuna. Pero sí lo sé controlar y estoy consciente de su buen uso. Me maravillo al ver lo que las palabras que salen de esta boquita pueden lograr. 2 acciones poderosas: crear o destruir, tan poderosa la boca.
Luego de tantos trastazos en la vida por usar esta boquita sin consciencia, mi consigna es: (y vaya que aún fallo) “lo que sale de la boca proviene del corazón“. Hay que conectar estos dos y un poco de trabajo mental para que así no llenemos el mundo de más palabrerío ¡vaya que sobra!
Tan sólo en las redes sociales, no se diga en el tan solicitado Instagram. ¿Te has dado cuenta cuánta gente habla y habla y habla frente a su celular? Y cuando están en la “vida real” será que también tienen tanto que decir? Y ¿Qué tan valioso o edificante, funcional o genuino es lo que escuchamos en esas redes? Ojalá se llenaran las redes de mensajes motivacionales, inspiradores y positivos, sería el mejor uso que podríamos darle ¿no creen?
No niego que he visto muchos videos creados para las redes sociales que uff, me han cautivado, me han motivado, me han dado aliento y los he sentido. Me encanta ver cómo hay gente dejando huella en este mundo con palabras y acciones que edifican.
A ellos los tomo de ejemplo, si voy a usar ésta boca será para hacer sentir bien a alguien, para consolar, para dar palabras de aliento, apoyo, demostrar admiración, motivar y hacer sonreír. Eso mismo, quiero enseñarles a mis hijos, aún cuándo sé que es una dinámica y una acción consciente en la que seguiré trabajando toda mi vida. Conectar mente, corazón y boca no es una tarea fácil, sobretodo porque estamos llenos de emociones y pensamientos. Esta conexión puede ser una llave mágica hacia un lugar lleno de paz, lejos de culpas o arrepentimiento.
¿Nunca te ha pasado? Que estás de pronto escuchando una plática y cuando menos te lo esperas ya hay comentarios venenosos y nada agradables acerca de alguien, ese alguien ni si quiera esta presente para poder defenderse o peor aún ¡ni si quiera conocen a la persona!
Vaya que resulta incómodo…te prometo , que una vez que te haces un compromiso de ser consciente antes de emitir comentarios u opiniones….estar presente escuchando cómo sale veneno de tantas bocas,se vuelve incómodo.
Por eso yo ya forme en mi vida el grupo de ABMS Anónimos (Asociación de Bocas y Mentes Saludables Anónimas), pues pienso rehabilitarme hasta que sea necesario, para poder ser sabia a la hora de conectar mis pensamientos con el corazón y lleguen a la boca directo para edificar o agregar valor. ¿Te unes?
Hablemos cosas bonitas, verdades que nos constan, palabras que llenen espacios vacíos, pensamientos que inspiren, emociones que se expresan para construir. Hablemos bonito en la vida real más que en la red social.